Hace un par de meses se reunieron, en el conocido como Emtech Spain, varios científicos para predecir el futuro, algo que nos encanta a los humanos desde tiempos remotos.
Aquí van algunos pronósticos:
1.- Los hogares serán multipropósito.
La habitación que usamos para dormir pasará a convertirse en oficina y también en gimnasio simplemente pulsando un botón.
2.- Los coches eléctricos ya no serán una promesa sino una realidad cotidiana.
Y, además, su navegador le dirá la mejor ruta para llegar a tiempo al restaurante en el que hizo una reserva evitando los atascos sobre la marcha.
3.- Viviremos en ciudades inteligentes.
Nuestro teléfono móvil nos dirá el medio de transporte más eficiente para cuando queramos desplazarnos. ¿Será la bici? ¿El bus? ¿nuestro vehículo particular?
4.- Las redes sociales serán 3D y verdaderamente interactivas.
Vaya, parece que estos científicos no discuten las virtudes del 3D para estos menesteres sociales.
5.- La educación será individualizada, se adaptará a nuestras capacidades intelectuales.
Por fin, pero ¿será verdad?
6.- Los videojuegos tendrán una estructura abierta adaptable al usuario.
¿Es usted gay? ¿Agresivo? ¿Discapacitado? ¿Divorciado? ¿Peruano?
No hay problema, el juego se ajustará a sus peculiaridades para aumentar su grado de disfrute.
7.- Los aviones serán pilotados por androides.
Pero los robots todavía tardarán en llegar a los hogares. No porque sea imposible, sino porque seguirá siendo un artículo caro.
8.- La nanotecnología permitirá acceder directamente a los tumores en lugar de matar moscas a cañonazos, como ahora sucede.
En resumen, se predicen avances técnicos, pero poco o nada se dice sobre la ciencia pura. Será que no está de moda o que desconfiamos de poder alcanzar nuevos logros de los de antes, de esos que nos ayudan a ver el cosmos desde una perspectiva diferente.
Y lo que es mucho más grave, nada se dice sobre los posibles cambios sociales y culturales. Es decir, nada se dice del uso que se va a hacer de esos cambios tecnológicos. Por otra parte, dado que lo mejor de quedar a cenar con los amigos es estar con ellos durante el par de horas que dura la cena, charlando de temas interesantes o triviales, no sé qué plus de felicidad introduce el que un ordenador pueda decirme cuál es el modo más rápido de llegar al restaurante.
ResponderEliminarTengo la sensación de que no hubo ningún filósofo en esa reunión. La felicidad se asocia a la eficiencia y esta a la rapidez en esta sociedad en la que vivimos. Click, click, click. Las consecuencias éticas de esos probables cambios resultan demasiado aburridas...
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