sábado, 31 de diciembre de 2011

2012


Mañana comienza 2012.

Según el calendario maya sucederá algo que únicamente se produce cada 26.000 años: la alineación del Sol con el centro de la Vía Láctea.

El mundo, tal y como lo conocemos, será destruido.

No se trata del cataclismo físico que pudimos ver en la película de Roland Emerich, sino de un cambio de era.

Como nos recordaba, correctamente, Crichton, vivimos en un planeta vivo y violento. Regularmente se producen miles de fenómenos meteorológicos virulentos que destruyen, pero que también son el preludio de algo nuevo.

La actual crisis económica, que no es global por mucho que se insista en que así es, puede ser prólogo de un cambio de perspectiva. O no.

Estábamos acostumbrados a un estado de bienestar a todas luces absurdo y ahora que muchos han sido bajados de ese carro por las circunstancias vigentes pensamos que debemos ir hacia algo diferente. Pero no se sabe muy bien hacía dónde, esa es la verdad.

Ingenuamente suponemos que podemos manipular las condiciones para que vayan en la dirección que deseamos, pero nuestro planeta y su interacción con la humanidad es un sistema complejo.

Y en un sistema de esa naturaleza, cambiar algún elemento influye en el resto de modo impredecible, de modo que el siguiente cambio ya no tendrá el efecto predicho en la pizarra --o en un programa de simulación, por sofisticado que sea.

Diariamente nos proyectan gráficas con las subidas y bajadas de indicadores económicos o temperaturas, pensando que observando atentamente podremos vislumbrar el siguiente paso y adelantarnos a los acontecimientos.

Pero la escala espacio-temporal del universo no nos cabe en el reducido espacio de nuestro cráneo.

Los humanos somos unos seres interesantes, pero no lo suficiente como para que nos aventuremos a jugar con el fuego del cosmos sin quemarnos.

Los mayas pueden estar en lo correcto o no, pero, en realidad, es irrelevante.

El mensaje importante es que nos ayuda a ver que habitamos un fascinante universo que no comprendemos demasiado bien, pero que es nuestro hogar.

Un universo que no para de transformarse siguiendo sus propia leyes.

Es ingenuo  pensar que nuestras acciones puede alterar su curso.

Desde aquí les transmito mis mejores deseos para 2012.

Vivan y dejen vivir.

1 comentario:

  1. Las derivas continentales o división de la Pangea, son un mismo relato en la cultura griega y hebrea; en las narraciones de la Atlántida de Platón y la detención del sol y la luna relatada en libro de Josué; Este Josué, en su reacción de fe, solo fue un observador; lo que sucedió fue que él viajaba en su continente mientras hacia la guerra contra cinco reyes en Gabaón, y Josué y todos los que observaban con él, que el sol y la luna no se movían, era porque el continente donde se encontraban derivaba como un barco; de eso ellos no estaban conscientes, pero sí de que el sol y la luna permanecieron fijos en los lugares denominados Gabaón y Ajalón; es decir, ambos, los observadores y los astros, se estuvieron moviendo relativamente casi un día.
    Bueno, expliqué esto aquí a grandes saltos, por razones de espacio y para resaltar que el inicio del retorno de los continentes a su estado original está en sus preliminares; es decir, la conformación de la Pangea está muy pronto a disponerse; porque el agua que dejó el cometa que provocó el “Diluvio Universal” ha descendido mucho su nivel y muy pronto esta falta de peso desavendrá el nuevo desequilibrio, provocando el retorno de los continentes a su estado original, La denominada Pangea.
    Para no complicar las cosas con más números y ciclos de la historia, dejo dicho de una vez, que en este período, el año más probable para este gran acontecimiento es el 2012; entre el 18 de marzo de 2012 y el 21 de diciembre de 2012, porque es donde coinciden y se interceptan una serie de ciclos históricos y profecías indígenas y bíblicas, que mayormente se han interpretado como el fin del mundo; pero no se trata de eso, sino del inicio de grandes descubrimientos y cambios que llevarán finalmente al establecimiento de la verdadera fe en Dios, en la creencia y certeza de su palabra, en la justicia, paz y seguridad, en todo este mundo. Según los Mayas, el inicio del Quinto Sol y según la Biblia, el inicio del Quinto Reino.
    Entonces, regresando a la interpretación del número 677, que es: “Sacrificio que exime la culpa o mortandad”, es necesario que pongamos de nuestra parte y empecemos hacer sacrificios o cambios que nos pongan en paz con Dios y nuestros semejantes. El sacrificio más importante ya lo hizo nuestro Dios, al enviar a su hijo Jesucristo para que sea nuestro Redentor, y como mismo dice la palabra de Dios, solo cree que Jesús es tu Redentor y serás salvo tú y tu casa. Un abrazo fraterno a todos lo que prestaron atención.

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