Un colega --el Profesor F J Abad-- me ha enviado un interesantísimo artículo sobre la producción científica mundial.
La conclusión resulta de lo más inquietante: los informes científicos sobre resultados positivos están aumentando peligrosamente.
Las revistas de mayor prestigio --sea merecido o no-- esas que atesoran un mayor impacto, a las que los científicos procuran dirigir sus informes para incrementar su caché, rechazan, sin contemplaciones, los trabajos que no son llamativos, por muy excelentes que sean.
En vista de ese panorama, los científicos van sobre seguro, informando selectivamente sobre lo que sus investigaciones encuentran.
'Selectivamente' en el peor sentido de la palabra.
El sesgo hacia resultados positivos ha aumentado en la última década desde el 70 al 90%.
Daniele Fanelli, autor del artículo que comentamos, concluye que esa tendencia produce una investigación menos pionera porque los científicos no se atreven a explorar hipótesis que pueden arrojar resultados negativos.
Optan por ir sobre seguro.
Pero, además, la objetividad que ha venido caracterizando a la empresa científica, también se encuentra amenazada. Los resultados negativos se meten en el cajón y no llegan a ver la luz del día.
1.- Indebida proliferación de publicaciones
2.- Atomización de resultados
3.- Empobrecimiento de la creatividad científica
4.- Sesgo hacia la ciencia 'normal' y los resultados previsibles
5.- Aumento de las tasas de rechazo en las revistas científicas cuando los informes no encuentran resultados significativos --se atrae a menos lectores y se producen menos citas
6.- Sensacionalismo, inflación y sobre-interpretación de resultados
7.- Incremento de la prevalencia de mala conducta científica
Existe una reducción de sentencias como 'resultados no-significativos' y un aumento de frases como 'cambio de paradigma'.
Se propende a olvidar que los resultados que no se ajustan a las predicciones son cruciales para el progreso científico. Se viola, así, el principio básico auto-corrector en ciencia.
Las ciencias sociales se encuentran especialmente afectadas por el problema, aunque el panorama es similar para las ciencias físicas y biológicas.
¿Cómo se llega a esta situación?
Fanelli comenta que los científicos buscan resultados publicables en las mejores revistas. Apenas se envían para su consideración los resultados negativos, y cuando se hace se convierten en resultados positivos sirviéndose de interpretaciones post-hoc, reanalizando los datos y usando diversos modos de manipulación, maquillaje e incluso fabricación.
Por regiones geográficas, los más afectados por el sesgo hacia la publicación de resultados positivos son los asiáticos, seguidos por los americanos y, finalmente, estamos los europeos.
En los Estados Unidos existe un preocupante número de retractaciones por manipulación de resultados.
La 'política' de ocultar resultados negativos conlleva un gasto absurdo de recursos. Los científicos persiguen objetivos cuyo escaso valor ya se ha comprobado pero ha sido ocultado.
Tanto los falsos positivos como los falsos negativos poseen un extraordinario valor para el avance científico.
La situación tiene mala solución. Casi nadie está dispuesto a confesar que unas magníficas predicciones no se ajustan a los datos. Eso obligaría a elegir una revista de segundo rango y dificultaría solicitar más fondos, privados o públicos. Se quieren resultados que capturen la atención. Y si no se encuentran por las buenas, se hace por las malas...
Daniele Fanelli (2011). Negative results are disappearing from most disciplines
and countries. Scientometrics. DOI 10.1007/s11192-011-0494-7
Si la proporción pasa del 70% al 90%, no es un incremento del 20%, sino de 20 puntos porcentuales.
ResponderEliminarEn porcentaje sería un incremento del 28,5%.
un abrazo
Así es. Gracias por la corrección.
ResponderEliminarDe acuerdo con casi todo el post. No obstante, ya hay revistas que publican "resultados negativos" (imprescindible para creerse, por ejemplo, los meta-análisis). Podéis ver, por ejemplo:
ResponderEliminarhttp://www.jnr-eeb.org/index.php/jnr
Muchas gracias por el link Luis. Saludos, R
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