sábado, 14 de mayo de 2011

La aplaudida ejecución de Bin Laden

Estaba relativamente desconectado de este mundo cuando, accidentalmente y de temprana mañana, me enteré de que Bin Laden había sido abatido en una aldea remota de Oriente.

Pude saber que unos asesinos 007 entrenados de los Estados Unidos, los denominados SEALS, habían disparado contra el presunto inspirador de una serie de actos terroristas que hicieron temblar los cimientos de las sociedades democráticas occidentales.

Una vez muerto, los soldados practicaron un análisis de ADN para confirmar su identidad, y, una vez hecha la comprobación, se deshicieron del cadáver arrojándolo al mar.

Inicialmente pensé que la secuencia sonaba extrañísima. ¿Por qué no mostrar al mundo la evidencia visual de la eficacia de esos asesinos a sueldo que lograron materializar lo que tantos deseaban desde hacía una década? La violencia real televisada está a la orden del día, así que ¿por qué hacer una excepción ahora?

Confieso que eso dejó de preocuparme para cobrar protagonismo algo que me resultó particularmente grave, y que todavía me lo parece.

¿Cómo puede ser que el mundo civilizado aplauda una ejecución en regla, incluyendo los países y ciudadanos que se oponen, de manera vehemente, a la pena capital?

Luego supe que si Bin Laden hubiera sido juzgado en los Estados Unidos, habría obtenido la absolución por falta de pruebas. Así que las autoridades, incluyendo el máximo representante --Barack Obama-- aprobaron su exterminio ante los aplausos del resto de ciudadanos.

Pero si solamente existían pruebas circunstanciales sobre la responsabilidad material del aristócrata árabe en los trágicos atentados de todos conocidos, ¿cómo puede aceptarse ese asesinato, esa ejecución sumarísima? ¿cómo podemos alegrarnos de algo así quienes estamos convencidos de la importancia de la necesidad de que exista, realmente, una sociedad de derecho que garantice la presunción de inocencia?

No estoy diciendo que Laden fuese inocente. Digo que no lo sabíamos a ciencia cierta, y, por tanto, que no era culpable hasta que se demostrase en un juicio regulado y con las garantías que solemos proclamar como envidiable seña de identidad de las democracias occidentales.

Ante esta coyuntura, aplaudir masivamente, sin tapujos, con alegría, una ejecución de ese calibre, me resulta, cuando menos, moralmente discutible. Ese acto de regocijo colectivo dice cosas, que preferiría ignorar, sobre la sociedad en la que vivo.

10 comentarios:

  1. Me alegra leer este post. Pensé exactamente lo mismo cuando me enteré de la reacción de EEUU (y del resto del mundo) al asesinato de OBL.

    La imagen que da EEUU después de esto es la de un país de cowboys. Y el resto del mundo siguiéndole el rollo, como el niño que alaba al malote del colegio para conseguir sus favores.

    Todo este asunto me parece bastante patético.

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  2. Coincido con lo que expones en tu artículo. Una sociedad que se proclama civilizada y con afán evolucionista, no debe aplaudir una muerte,(sea quien sea el individuo)ni tampoco hacer alarde de los derechos humanos, cuando vemos que muchos se lo pasan por el forro. Un juicio, hubiera sido dar ejemplo como sociedad civilizada. Diré incluso que la diferencia de obrar de unos, y otros; es lo que distingue. Obrando así, ¿donde está la diferencia?
    Un saludo,
    Jaime C.

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  3. Me alegra que estemos todos de acuerdo. Los asesinatos de Estado son moneda frecuente en la historia; lo que es menos frecuente e indica el bajo nivel moral de los políticos es que estos aplaudan un asesinato. Es dicífil caer tan bajo.

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  4. Sólo un apunte.

    Los vídeos autoinculpatorios de Laden no valdrían algo más que una mera "prueba circunstancial"?

    un saludo

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  5. César: que yo sepa esos vídeos no son exactamente autoinculpatorios. Comenta los sucesos, pero nada más. ¿Dispones de alguno claro? Observa este mensaje de un anónimo:

    Posted to Secrecy News blog on September 12, and copied to similar sites including Wikileaks.org, the ten years of messages span from 1994-2004. The packet, issued in 2004, is nearly 300 pages, and labeled "official use only". It was translated by the Foreign Broadcast Information Service (FBIS), a division of the CIA, and includes interviews with bin Laden from various news agencies and also includes messages he sent directly to the United States.

    One message includes bin Laden's denial of having anything to do with the September 11, 2001 attacks in New York City, Washington, D.C. and Pennsylvania.

    "Following the latest explosions in the United States, some Americans are pointing the finger at me, but I deny that because I have not done it. The United States has always accused me of these incidents which have been caused by its enemies. Reiterating once again, I say that I have not done it, and the perpetrators have carried this out because of their own interest," said bin Laden on September 16, 2001, just five days after the attacks"

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  6. Mi silencio se debió a que he intentado en mis ratos libres ahondar en el asunto. He de decir que el resultado es de "medio touché".

    Pequé de imaginario colectivo y es cierto que el tema del vídeo supuesta y estrictamente autoinculpatorio encontrado a posteriori deja mucho que desear.

    Por otro lado, la gravedad del asunto me insta a hacer un acto de fe (con lo mal que sientan casi siempre) que me invita a posicionarme del lado de Bartlet en el último episodio de la tercera temporada de The West Wing.

    Por cierto, y aludiendo a lo que comentas en el post. Mucha gente rechaza la pena capital por todo el tema de la falibilidad humana. Lo que nos lleva de nuevo al asunto Bartlet. Si la Administración de turno "sabía" X sobre el tipo en cuestión y se estima que sólo Z era viable (estas dos cosas también cuestionables por cierto), el dilema moral es terrorífico (para variar...). El clásico utilitarismo aunque con triple ración de venganza de por medio.

    un saludo

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  7. Supongo, entonces, que admites que dudar es razonable y que hubiera sido deseable capturar y someter a un juicio regular al individuo ejecutado. Eso es, en esencia, lo que se comenta en este post. En ningún caso se está defendiendo su inocencia, aunque esa presunción hubiera sido lo legalmente esperable hasta demostrar fehacientemente lo contrario.

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  8. pues, a riesgo de ser tachado de fascista, diré que cuando alguien se convierte en defensor del terrorismo global, no debe de sorprenderse si un día le meten un tiro.

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  9. Luego volvemos a lo mismo, Blacksmith: se trata de un caso de terrorismo de estado.

    A mí me parece muy razonable el post, hasta el punto de que roza la obviedad: la pregunta es, como diría Mourinho, ¿por qué? No entiendo que ésta, que es la lectura que salta a la vista de lo ocurrido, no sea la misma que hagan ilustres (?) mandatarios y medios de comunicación (igual alguno se ha mojado, no sé).

    No puedo irme sin remitiros al vídeo donde se descubre lo que ocurrió REALMENTE con el cuerpo de Bin Laden:

    http://www.youtube.com/watch?v=mfF1vkMQ0h0

    No tiene desperdicio... jejeje.

    Óscar.

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  10. Blacksmith: no sorprende el hecho de que le hayan pegado un tiro teniendo en cuenta el historial de los autores, a quienes no tendría demasiados problemas en calificar, también, de terroristas. La figura de Laden tiene demasiadas aristas. Simplificar, a veces, ayuda a entender, pero no siempre.

    Gracias por el video Óscar.

    Salu2, R

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