sábado, 4 de diciembre de 2010

Rodriguez y Rodriguez

Miguel Ángel Rodríguez ha publicado una obra [Así habló Zapatustra] describiendo hechos que llevan a concluir que el tiempo que José Luís Rodríguez Zapatero lleva gobernando, ha logrado colocar a España en un despreciable lugar en el mundo.

Su patológica tendencia a la improvisación y su pasión por controlar a la 'ciudadanía' sirviéndose de una riada de estúpidas leyes (la policía del pensamiento, la acción y la omisión) nos ha convertido en un patético país.

A nivel doméstico tampoco se ha quedado corto, esforzándose con entusiasmo para volver a dividir lo que el periodo de transición unió, las llamadas dos Españas, yendo más allá y estimulando a los nacionalismos, a los antiguos reinos de taifas.

Sus asesores --nunca antes hubo tantos-- nos han mantenido ocupados en tonterías como el matrimonio gay, la masturbación adolescente, el lenguaje PC, los sistemas de cuotas, el machismo, el racismo y la inmigración, el divorcio exprés, la eutanasia, el aborto libre, la educación para la ciudadanía, la ley de la memoria histórica, la ley de libertad religiosa, el plan hidrológico, el calentamiento global y la economía sostenible, y, por supuesto, el tabaco: "desde la transición democrática, nunca España tuvo gobernantes tan tristes y tan dispuestos a sacarse de la manga cualquier decreto ley para legislarlo todo; o sea, normalmente, para prohibirlo todo".

Rodríguez recuerda que Zapatero se aupó al poder gracias a los secuaces de Bin Laden (el Gran Wyoming declaró en la SER que el 14 de marzo de 2004 los españoles prefirieron elegir a Al Qaeda que al PP) heredando un país con el 8% de paro y un superávit del 2.5% en las cuentas públicas. Pero cuando se presentó en la cumbre internacional de Davos, en Enero de 2010, tuvo que admitir que España tenía un 20% de parados y un déficit del 12%.

Zapatero ha promovido la 'Telecracia' para buscar culpables en lugar de encontrar soluciones a los acuciantes problemas de los últimos años. Su tendencia a dividirnos para vencer en sus batallitas personales, mesiánicas, está acabando con lo mejor que había en nosotros, aunque el autor omite matizar que, por supuesto, esa práctica cuenta con nuestra total complacencia. Antes de ser adoctrinados "los españoles se declaraban normalmente católicos no muy practicantes, basaban su honor en su palabra, su orgullo en el esfuerzo, y su nobleza en una suerte de inocente quijotismo. Los conceptos palabra, esfuerzo, dios y nobleza no eran depauperados, sino elogiados".

En el 'epílogo' se recuerdan las palabras de Felipe González o de José María Aznar sobre Rodríguez Zapatero. Según el primero "rectificar es de sabios, pero rectificar todos los días es de necios". Para el segundo, "nadie ha hecho tanto daño en tan poco tiempo".

Amparándose en lo que sucedió en el país cuando la selección ganó la copa del mundo, el periodista concluye, antes de firmar su ensayo, que "quizá los nacionalistas e independentistas no vayan a ganar la batalla".

Estimado Miguel Ángel R., la batalla la han ganado ya. Lo que quizá no gane esa manera de ver el mundo, así como aquello que representa el PSOE del actual Presidente del Gobierno, sea la guerra.

4 comentarios:

  1. Un par de precisiones sobre lo que recoges del libro de Miguel Ángel Rodríguez.
    Durante 14 años fue el máximo responsable de comunicación del PP y sobre todo de Aznar, con quien empezó a colaborar con 22 años en Castilla León. Es por tanto un experto en propaganda, creación de opinión y manipulación de la comunicación. Y es también partidista en sus opiniones. Esto desde luego no invalida lo que dice, pero nos debe hacer especialmente cautos. Tomo dos ejemplos de tu entrada:
    a) Seguir diciendo que Zapatero se aupó al poder gracias a los secuaces de Bin Laden es un lema que repetido ad nauseam por la gente del PP y más a la derecha, termina resultando eficaz pero no deja de ser un insulto a la inteligencia.
    b) Seguir diciendo que Zapatero es el responsable de haber hundido a España es una afirmación similar a la anterior. En su primer mandato, esos «excelentes» económicos dejados por el PP se mantenían exactamente igual o un poco mejor, luego mal no lo hizo durante 4 años. El segundo mandato asiste al estallido de la crisis actual que ha hundido por igual a muchos países. La más elemental lógica nos hace suponer que el deterioro en estos dos últimos años no se debe a Zapatero.
    En todo caso no tengo ningún interés en defender a Zapatero, cuya política ortodoxa de derechas no me satisface en absoluto.

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  2. Félix: el autor argumenta que el PP no ha usado la cantinela de Bin Laden para cuestionar la llegada al poder del actual Presidente, pero que si hubiera sido al contrario el PSOE (de Zapatero) lo habría hecho sin reparos. El ensayo es rico en detalles respecto a lo ocurrido aquellos aciagos días. A mi apenas me caben dudas sobre el efecto del atentado en las elecciones de 2004, y, por supuesto, era partidario de cancelarlas. En cuanto al talento natural de R. Zapatero para no encontrar soluciones sino culpables, así como para meternos en una insalubre vorágine de regulaciones, tampoco tengo demasiadas reservas. Durante su primer mandato contaba con una boyante situación económica, de modo que, aún haciéndolo realmente mal, disimulaba. Si se cuenta con dinero abundante, puede gastarse a dos manos y que el receptor se encuentre muy. muy contento, se puede ser extraordinariamente generoso. Pero el capital que se gasta debe ser repuesto, como se sabe en cualquier hogar, si no se quiere tener problemas a medio plazo. Cuando se compara con otros países con los que antes existía mayor paridad, se observa que España ha ido separándose de ellos en estos tres últimos años, aunque esos otros países también han experimentado esa crisis a la que te refieres. Finalmente, me resulta difícil encajar que admitas su agresiva política anti-católica, y, en general, su tendencia a eliminar los valores morales religiosos. Se ha ensañado especialmente con esa clase de cuestiones, sin que sea fácil saber por qué. Yo tampoco tengo ningún interés por criticar al actual Presidente, o, desde luego, apoyar al PP. Pero me gustaría mucho terminar con la opinión que existe por ahí fuera, justificada, de que es una pena que vivamos en uno de los mejores países del mundo, pero que tengamos tan malos gobernantes. Amo a mi país y me resulta indiferente que gobierne el PSOE o el PP, siempre que sea competente para ejercer su trabajo. No tengo afinidad política alguna, pero tengo interés por los asuntos gubernamentales. Salu2, R.

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  3. Te alejas de lo que yo planteaba en mi comentario. Solo llamaba la atención sobre la escasa fiabilidad del texto de Miguel Ángel Rodríguez y sobre dos errores de bulto. De ahí no puedes sacar ninguna defensa de Zapatero.
    Como anarconsindicalista y como católico (extraña pareja, bien sabes), me molesta profundamente Zapatero y su manera de gobernar. Su política económica e incluso social ha favorecido claramente los intereses de los de siempre. Y por otro lado ha propugnado leyes que recuerdan el más rancio laicismo anticlerical, sin que haya tocada en absoluto los privilegios económicos de la Iglesia Católica.
    Creo que Zapatero, como Rajoy, son perfectos ejemplares de la mediocridad de los políticos que nos gobiernan, y puede que estén ayudando bastante a fomentar esa mala imagen que tienen todos los políticos.
    Por cierto, y para terminar, no creo que haya nadie, tú tampoco, que no tenga afinidad política alguna. Tu mismo interés por muchos temas que abordas en este blog denotan implicación política y afinidades, aunque no a ninguno de los partidos políticos oficiales. Yo no voto nunca, pero en la famosa votación de 2004 fui a votar contra el PP, para hacerle pagar su impresentable gestión del atentado y su implicación en la Guerra de Irak. Y es bastante posible que fuera la movilización de personas como yo, los que no solemos votar, la que terminara inclinando la balanza del lado del PSOE.
    Disfruta del congreso sobre la itneligencia

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  4. Ignoro por qué tendría que ser poco fiable. Atacar o defender a Zapatero como persona me resulta indiferente. Lo que me preocupa es su capacidad para la gestión. Seguramente es una bella persona, pero como gestor deja mucho que desear y ha promovido acciones que me preocupan, y mucho, como ciudadano de este país.

    Por supuesto que Rajoy es tan mediocre como Zapatero. No me resulta halagüeña la perspectiva de que Mariano gobierne. Pero no debemos dejarnos achicar por eso. Son ellos quienes toman las decisiones que nos afectan, por eso debemos hacer lo que podamos para promover la excelencia y la responsabilidad de esos políticos. Y me resulta indiferente el signo.

    Lo que debería inspirarnos es la legitimidad y responsabilidad de esos representantes.

    Aunque te resulte difícil de creer, las afinidades políticas me traen al pairo. Tengo por costumbre cambiar mi voto cada dos legislaturas para potenciar la alternancia. Yo voto siempre, pero cambio.

    Finalmente, recordemos que los políticos también son humanos, aunque a veces, desgraciadamente se comportan como semi-dioses.

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