Mel Gibson nos descubrió en qué piensan las mujeres. Ahora los científicos nos señalan en qué se fijan los varones.
Para averiguarlo se ha usado el método de analizar el rastreo visual (eyetracking) que sigue el varón cuando ve la fotografía de una fémina. No es preciso, por tanto, que diga absolutamente nada y reproduzca, de este modo, conocidos estereotipos como ‘vaya par de tetas’ o ‘menudo culo’ –una grosería irrelevante, por otro lado.
Los resultados se han publicado en la revista ‘Archives of Sexual Behaviour’ y no corresponden, en contra de lo que podría predecirse, a un pecho extraordinario o un culo respingón, sino a una forma general replicante de un reloj de arena.
Concretamente, existe una proporción mágica cintura/cadera de 0,7. Por tanto, la cintura debe ser menor que la cadera, pero hasta un determinado punto. Mal asunto si el cociente es de 1.
Se manipularon distintas proporciones de diferentes partes del cuerpo de la mujer (pechos, cintura y cadera) presentándose las fotografías resultantes. Si, admiten los investigadores, los hombres consumían la mayor parte del tiempo inspeccionando los pechos, pero la valoración del atractivo corría a cargo de la proporción cintura/cadera.
Este no es un hallazgo novedoso.
La investigación transcultural descubrió hace tiempo que hombres de distintos lugares del planeta prefieren mujeres con determinadas características compartidas. Igual sucede con las mujeres, pero ahora no viene al caso.
Jessica Alba siempre será la elegida al competir con una mujer del mismo grupo étnico de quien elige pero que tenga un cociente distinto a 0,7.
Se especula que esta preferencia tiene algo que ver con la fertilidad, pero la especulación es tan caprichosa…
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