viernes, 2 de julio de 2010

Ruidos en el Cerebro

Nature’ publica un estudio sobre el efecto de los ruidos del cerebro.

Los circuitos de comunicación entre regiones cerebrales presentan distintos índices de fiabilidad. Pero existe una gran variabilidad dependiente de las distintas actividades a las que debemos hacer frente sistemáticamente.

En el estudio recientemente publicado se insertó una perturbación en el cerebro y se observó cuál era su efecto. ¿Aumentaba el desorden en ese circuito? ¿Se propagaba a otras regiones? ¿Se extinguía?

La perturbación consistió en provocar un único impulso nervioso extra en una neurona aislada de una rata de laboratorio. La actividad se propagó a las neuronas vecinas rápidamente y de éstas al resto. Por tanto, millones de neuronas resultaron afectadas finalmente por esa única perturbación original.

El ruido es, en realidad, algo normal en el cerebro. De hecho, el cerebro es más ruidoso que los ordenadores. Pero, a pesar de eso, es claramente más eficiente que los organismos cibernéticos más ‘limpios’.

Gestionar eficientemente ese ruido cerebral exige actuar en distintas frecuencias. En determinadas frecuencias las neuronas ‘saben’ que se debe ignorar la variabilidad irrelevante.

El alto nivel de ruido podría ser una consecuencia de la alta conectividad que rige en el cerebro. Suele decirse, gráficamente, que dentro del cerebro se pueden encontrar 8 kilómetros de cableado. Cuanto mayor es el cableado, más alto el nivel de ruido.


Estos resultados contrastan, al menos aparentemente, con las clásicas hipótesis de los psicólogos respecto a que una mayor capacidad intelectual se asocia a un menor nivel de ruido en la transmisión de información en el cerebro, es decir, a una mayor fiabilidad. O quizá no. Quizá lo que eso significa es que los cerebros de las personas más capaces intelectualmente gestionan más eficientemente ese ruido ajustando las diferentes frecuencias de emisión de señales.

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