miércoles, 17 de marzo de 2010

Los ingresos dependen de la capacidad intelectual ¿y del atractivo físico?

Hace tiempo se sabe que una mayor capacidad intelectual ayuda a mejorar la posición económica. Sin embargo, no solamente la inteligencia está detrás de las diferencias de ingresos.

Un estudio dirigido por Timothy Judge, y publicado en el ‘Journal of Applied Psychology’ ha encontrado que el atractivo físico ayuda a engrosar los ingresos. Existe una disparidad entre las nóminas de personas de similar capacidad intelectual pero de diferente atractivo físico.

Se analizaron datos del ‘Harvard Study of Health and Life Quality’. El HSHLQ es un estudio longitudinal en el que se consideró a un grupo de 191 personas de entre 25 y 75 años de edad.

Se les preguntó por sus ingresos, su nivel educativo y sus tensiones financieras, además de por lo satisfechos que se encontraban en general con sus logros. También completaron varios tests de inteligencia y se les tomó una serie de fotografías.

Un grupo de evaluadores (de distinto sexo y edad) sometió a valoración su atractivo, teniendo en cuenta su sexo y edad. Se comprobó que el atractivo físico tenía un impacto en los salarios, en su nivel educativo y en cómo se valoraban a sí mismos los miembros de la muestra.

Las personas que recibieron valoraciones de alto atractivo físico ganaban más dinero, poseían un mayor nivel educativo y se mostraban más confiados en sí mismos. No obstante, el efecto de su capacidad intelectual sobre los ingresos fue sustancialmente mayor que el de su atractivo.

Declara Judge: “los cerebritos no están en desventaja frente a los guapos, pero si tienes ambas cosas, tanto mejor”.

Y todavía va un poco más allá. Los guapos piensan que valen más de lo que realmente valen, así que los resultados deberían alertar a quienes contratan personal. Quienes seleccionan empleados pueden dejarse engañar por las apariencias, pero los datos señalan, claramente, que es mucho más eficiente para quien contrata fijarse, en primer lugar, en medidas objetivas de capacidad intelectual y de personalidad.

Nada nuevo bajo el sol (por ahora).

Referencia

Timothy A. Judge, Charlice Hurst, and Lauren S. Simon (2009). Does It Pay to Be Smart, Attractive, or Confident (or All Three)? Relationships Among General Mental Ability, Physical Attractiveness, Core Self-Evaluations, and Income. Journal of Applied Psychology, Vol. 94, No. 3

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