domingo, 24 de enero de 2010

Cualificación Profesional: Pacto de Lobos


Las autoridades educativas están pensando ahora en combatir el ‘desanimo’ de los chavales que deciden abandonar los estudios, ayudarles a recuperar la autoestima perdida, Dios sabe dónde.

Se habla de un ‘pacto de estado’ para la educación.

Hay que pactar y regular la menor actividad vital que un humano pueda llegar a pensar en realizar. De no ser así, ¿para qué íbamos a reunirnos a perder el tiempo? ¿no es mucho más satisfactorio vitalmente reunirse para discutir y debatir en una perenne espiral alucinógena, que quedarse en la mesa trabajando en lo que se debe?

Se pretende que esos chavales puedan aprender un oficio. Este programa incidiría, presuntamente, en un 8% de los chicos que ahora abandonan en la etapa de los 15-16 años (aceptándose que el 92% restante puede con todo, como esos limpia grasas mágicos que anuncian en tele tienda).

Quieren las autoridades, que se han puesto hasta las cejas de alguna clase de pastilla de éxtasis ilegal, que los alumnos puedan ir cambiando de la ESO al Bachillerato, de este a la FP, y, si acaso, vuelta al Bachillerato, etc. Es decir, que el sistema sea flexible, evitando itinerarios rígidos.

Cuando Manolo no pueda con la ESO, por una subida de bilirrubina o una bajada de la tensión emocional necesaria para aguantar las elucubraciones del profesorado, se le debe orientar a un curso voluntario que le permita aprender un oficio. Pero si luego se da cuenta de que quiere hacer el Bachillerato, que pueda ventilárselo en un solo curso. Puede hacer puente hacia la universidad, a continuación. Y luego volver a la FP, si es que alguna vez recuerda que pasó por ella. Y así sucesivamente…

Se abren ante Manolo una miríada de posibilidades, que, por supuesto, nunca llegará a comprender adecuadamente. Me temo que ni siquiera quien debe explicárselo lo entenderá cabalmente. Así que habrá que reunirse, otra vez, para discutir un pacto alternativo.

2 comentarios:

  1. Estamos de los pactos de estado hasta donde la espalda pierde su publicable nombre.

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  2. De acuerdo. Más trabajo y menos palabras.

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