Rachel Vreeman y Aaron Carroll publicaron en el BMJ una nota revelando algunos de los mitos que los propios médicos siguen aceptando como hechos. Declaran que “solamente la investigación, la discusión y el debate pueden revelar la existencia de mitos y hacer avanzar el campo de la medicina”.
Algunos ejemplos.
1.- El azúcar provoca hiperactividad en los niños.
Al menos una docena de experimentos, que usaron un diseño de doble ciego, han examinado las reacciones de los niños a dietas con distintos niveles de azúcar. Ninguno ha detectado algún efecto de las diferentes dosis, incluyendo dulces, chocolate o productos naturales.
Lo que si se ha observado es que cuando los padres creen que sus hijos han ingerido una bebida azucarada (incluso cuando es falso) tienden a decir que su conducta es más hiperactiva. En realidad, la diferencia solo existe en la mente de los padres.
2.- Los suicidios aumentan en vacaciones.
Es falso. Los estudios epidemiológicos rechazan este mito.
En países como Japón, el nivel de suicidios es menor justo antes de los periodos vacacionales, y se eleva algo días después de las vacaciones. En los Estados Unidos, la visita a psicólogos y psiquiatras se reduce antes de Navidad.
También se dice que los oscuros días del invierno promueven el suicidio. Sin embargo, los suicidios son más frecuentes en los días cálidos que en los días fríos. Y eso sucede en distintos lugares del planeta.
3.- La mayor parte del calor corporal se pierde por la cabeza.
Este mito proviene de un estudio hecho por militares, en el que se valoró la pérdida de calor bajo temperaturas extremas. Se usaron trajes de supervivencia que no cubrían la cabeza. Puesto que era la única parte del cuerpo desprotegida, el resultado de que por la testa se perdía más calor era inevitable.
Sin embargo, la cabeza no tiene nada de especial (por lo que a la pérdida de calor se refiere). Cualquier parte del cuerpo desprotegida pierde calor. Los jerseys deberían competir con los gorros para hacer una valoración adecuada.
4.- Comer por la noche engorda.
El mito dice que un modo eficiente para evitar coger peso es saltarse la cena. Un número elevadísimo de personas (incluso los médicos dietistas) admite este mito.
Es cierto que existe una relación entre ingerir más comida por las noches y la obesidad, pero eso no significa que lo primero provoque lo segundo.
El hecho es que la gente engorda cuando ingiere más calorías de las que consume.
Los obesos no solamente ingieren más calorías de las que consumen por las noches, sino a lo largo del día.
El momento en el que se come no cambia el ritmo circadiano vinculado al patrón de consumo de energía. En un estudio con 2.500 pacientes no se observó un aumento de peso por el hecho de que se comiera por la noche, pero si tuvo efecto en el sobrepeso o en la obesidad el hecho de comer más de tres veces al día.
Quienes se saltan el desayuno suelen comer más durante el resto del día. Los registros de consumo de calorías señalan que quienes desayunan conservan un peso saludable porque ingresan calorías de modo más distribuido a lo largo del día. Comer tres veces al día cantidades razonables ayuda a impedir ‘pasarse de rosca’ en algún momento del día.
5.- La resaca tiene solución.
Si te emborrachas, entonces tendrás, primero, bastante alcohol en sangre, y luego, una resaca de campeonato. Nada puede curar eso, salvo el paso del tiempo.
El mejor modo de evitar una resaca es no emborracharse.
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