lunes, 23 de noviembre de 2009

La RAM y el Disco Duro del Cerebro


Las evidencias parecen confluir en que la memoria a corto plazo se encuentra particularmente relacionada con el hipocampo, una estructura cerebral situada en el lóbulo temporal, en la parte inferior del cerebro. Esta memoria a corto plazo permite recordar la información que se ha manejado segundos antes (como cuando nos dictan un número de teléfono y lo recordamos hasta que lo marcamos).

Una reciente investigación, llevada a cabo por científicos japoneses usando ratas de laboratorio, sugiere que los fallos de la memoria a corto plazo pueden venir provocados por un fracaso al eliminar recuerdos antiguos que se mantienen en el hipocampo.

La tarea de borrar los recuerdos recae sobre las neuronas nuevas que se crean en el cerebro (a este proceso se le denomina ‘neurogénesis’). Esta génesis puede ralentizarse por la edad o el estrés.

La neurogénesis produce el borrado de los recuerdos del hipocampo y su desplazamiento a otras regiones del cerebro para su almacenamiento a largo plazo. El hipocampo es una de las pocas regiones en las que se produce neurogénesis en los mamíferos.

Hace tiempo se sabe que el ejercicio físico facilita la neurogénesis en ratas. Este proceso acelera la trasferencia de recuerdos a la corteza cerebral, liberando capacidad para la memoria a corto plazo.

Por tanto, aumentar la memoria RAM de nuestro cerebro exige ocupar más disco duro. Un lenguaje que será muy familiar a los usuarios de Windows.

Antes de terminar este breve post no me puedo resistir a hacer un comentario crítico. La investigación en neurociencia, hecha con humanos, destaca las regiones frontales y parietales del cerebro como protagonistas de las diferencias que nos separan en nuestra capacidad para retener una información a corto plazo. El hipocampo es, en el mejor de los casos, un artista invitado en algunos capítulos…

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