Mientras los psicólogos siguen discutiendo sobre la relevancia para su ciencia de un fenómeno natural indiscutible, los médicos se han atado los machos y se han puesto a trabajar en serio. Tal fenómeno es el de la individualidad, el hecho de que no hay dos personas iguales y de que, por tanto, comprender la conducta humana (o la enfermedad) debe partir de ahí, se debe comenzar desde ese punto.
Los médicos se han percatado de que luchar contra el cáncer debe hacerse de forma personalizada. Quieren identificar el perfil genético, el DNI genético del paciente, para elegir el tratamiento adecuado para cada una de las personas. La quimioterapia destinada al cáncer de mama se construirá según los llamados bio-marcadores.
El oncogén HER-2 responde las terapias, pero no todas las pacientes responden igual. El cáncer de mama no es una enfermedad, sino muchas. Ahora se busca encontrar los predictores de respuesta a la quimioterapia.
La firma genética permitirá adaptar el tratamiento al paciente.
Los psicólogos deberían adoptar, de manera unánime, una perspectiva similar para mejorar su comprensión de la conducta humana. Pero parecen estar demasiado ocupados discutiendo sobre cuántos ángeles pueden bailar sobre la cabeza de un alfiler. Será porque la sociedad se lo permite...
EXCELENTE COMENTARIO
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