Estuve repasando las noticias científicas de los pasados dos o tres meses y encontré varias relacionadas con la ‘manipulación’ del cerebro humano. Algunos ejemplos:
-. Los científicos declaran que pueden ‘limpiar’ la basura que rodea a las neuronas, incrementando la tasa de acetilación. Esta limpieza programada podría ralentizar el curso de la enfermedad de Huntington, por ejemplo.
-. Honda está mejorando rápidamente su BMI (Brain-Machine Interface). A través de un simple casco –habría que ver el caso—un humano –y también habría que ver a ese humano con ese casco—puede dar órdenes simples a un robot. Los errores de interpretación por parte del robot del pensamiento producido por el individuo humano se han reducido del 35 al 9%. Naturalmente, esto exige extraer la información del cerebro humano e identificar las órdenes cerebrales. El medio que han usado los ingenieros de Honda consiste en combinar el EEG (o electroencefalograma) y la calibración de los cambios en el flujo sanguíneo, es decir, medios hace tiempo disponibles en neurociencia.
-. Una colaboración entre varias universidades, lideradas por los británicos, está produciendo un casco –los cascos están de moda—que permite simular las sensaciones transmitidas al cerebro por los cinco sentidos. Un humano podrá así ser ‘engañado’. Se le podrá hacer creer que está en Hawaii, cuando, realmente, está en el salón de su casa de Segovia. También, ya puestos, se le podría engañar para visitar la cueva de Altamira y darle bocados a un bisonte.
-. El científico coreano H. Park se encuentra actualmente desarrollando nano-electrodos para implantarlos en el cerebro de animales y poder llegar a reconocer los elementos del pensamiento –se supone que en humanos, no en roedores. Francamente, los científicos todavía no sabemos con precisión cómo se vinculan las neuronas para crear un cerebro. Los nano-electrodos de Park estarán listos, en breve, para ser implantados en un cerebro humano y seguirle la pista a las neuronas, y, por tanto, al pensamiento.
-. Según cuenta el alemán J. Clausen en la revista ‘Nature’, el cerebro humano se puede conectar hoy en día a un ordenador a través de micro-electrodos implantables –habría que presentarle a Park. Quizá sea todavía algo invasivo, pero se puede hacer. En el caso de la sordera o la ceguera se están ensayando sistemas para superar las regiones sensoriales dañadas yendo directamente al cerebro con el mensaje informático sobre el mundo. La llamada DBS (Deep Brain Stimulation) se usa con enfermos de Parkinson: un miniaturizado ordenador subcutáneo manda señales eléctricas a unos electrodos implantados en el cerebro que pueden estimular los núcleos subtalámicos afectados en esos enfermos –léase la novela ‘El Hombre Terminal’, publicada por Michael Crichton hace ya bastantes años, si se quiere pasar un buen rato comprendiendo la lógica de este tipo de conexiones hombre-máquina. Clausen se plantea si será posible aplicar estas técnicas no solamente para mejorar la calidad de vida de personas enfermas, sino también para “mejorar las capacidades naturales de la mente humana”.
-. En la revista ‘Nature Neuroscience’ se ha publicado un trabajo sobre cómo se puede borrar la memoria –si es verdad, millones de personas deberían ser unos desmemoriados por ingerir medicamentos y enseguida veremos por qué. El experimento consistió en condicionar un miedo a un objeto –como con los perros de Pavlov. Una vez condicionado, cuando la persona veía el objeto, se ponía a ‘temblar’. Una vez consolidado –memorizado—el miedo, se le administrada propranodol y se evocaba mentalmente el objeto al que se temía. Un día después, el miedo había desparecido, se había borrado. El propranodol es un componente de las medicinas que ingieren los millones de hipertensos que pueblan el planeta tierra…
-. El último ejemplo es, quizá, mi favorito: una combinación de suplementos nutricionales posee un efecto neuro-protector. Estos suplementos son el ALA, el ALCAR, el GPC, el DHA y el PS –no pienso reproducir su significado porque deseo evitarme un fuerte dolor de cabeza. Científicos de la Universidad de Massachussetts mostraron que ratones modificados genéticamente para contraer Alzheimer veían notablemente retrasados los efectos a consecuencia de la ingesta de esa combinación de suplementos.
En resumen, los científicos estamos jugando con el cerebro y, quizá, estemos a punto de quemarnos… O no.
Quizás ocurra como lo que decía Pinker en "la tabla rasa" sobre la violencia: el interés por modificarla se ha adelantado a los esfuerzos por su comprensión. En este caso los posibles usos comerciales de todo lo que comentas seguramente son más interesants que la profunda comprensión del cerebro que debería de fundamentarlos.
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo. Algunos son cautos, pero la mayoría desean resultados que se puedan vender cuanto antes. Hay una enorme presión de quienes financian estas cosas y los científicos, creo que equivocadamente, están tratando de responder.
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