¿Qué es la hormesis?
Sencillo: lo que resulta tóxico en grandes cantidades, es beneficioso en dosis pequeñas.
Suele declararse que la relación entre dosis y respuesta es LINEAL. A menudo se va más lejos, afirmando que si la sustancia produce cáncer, por ejemplo, ni siquiera existe un UMBRAL de riesgo, es decir, que ninguna dosis, por leve que sea, puede resultar segura.
La hormesis, en cambio, sostiene que, por debajo de una cierta dosis, el efecto es beneficioso.
Los datos sobre la verosimilitud de la hormesis se han observado experimentalmente, mientras que ese no es el caso para las respuestas lineales o por umbrales.
Algunos datos:
1.- En Japón, el único país que sufrió en la Segunda Guerra Mundial un ataque nuclear, las víctimas de la radiación sobreviven a sus coetáneos. La población cercana a la zona cero de la explosión murió por la gran cantidad de cánceres consecuencia de la radiación nuclear. Sin embargo, a medida que nos alejamos de la zona conflictiva, el promedio de mortalidad va decreciendo hasta llegar a cotas por debajo de lo normal en el país.
2.- Las plantas de energía nuclear emiten niveles de radiación muy por debajo de los niveles que experimentamos a diario a consecuencia de los rayos cósmicos y de la propia Tierra en nuestros propios hogares o en el trabajo en nuestra oficina.
3.- En los submarinos nucleares hay menos radiación de la que experimentamos en nuestros domicilios, debido a que el agua que rodea al submarino protege de la radiación cósmica.
4.- En un cuidadoso estudio que pretendía demostrar el efecto nocivo de la radiación sobre los trabajadores, se encontró justamente el efecto contrario. Los investigadores descubrieron que los trabajadores irradiados tenían un promedio de fallecimientos inferior en un 24%. Además, el porcentaje de muertes por cáncer era inferior en un 25% al de los trabajadores que no habían sido irradiados.
5.- La radiación natural (excepto el radón) tiene un promedio de unos 80 milirems por año en los Estados Unidos. Sin embargo, en Colorado hay casi el doble debido a la presencia del uranio (sustancia radiactiva que se presenta de forma natural y que forma parte de las rocas, la tierra, el aire y el agua) y el torio (elemento de la serie de los actínidos que se encuentra en estado natural en los minerales monazita, torita y troyanita) de las rocosas. Además, su gran altitud reduce la protección atmosférica de los rayos cósmicos. En contraste, en los estados del Golfo, la radiación de la Tierra es significativamente menor. Este abanico de radiación de fondo permite hacer una prueba epidemiológica natural de la hormesis.
Resultado: el porcentaje de cáncer en las Rocosas es de tan solo 2/3 del promedio en el país, mientras que el promedio es alto en el Golfo.
La hormesis es una explicación plausible.
6.- El nivel de radón (emanación gaseosa producto de la desintegración radiactiva del radio) varía de una localización geográfica a otra. Se ha observado una clara tendencia decreciente del cáncer de pulmón, producido o no por el tabaco, cuando se incrementa la exposición natural a radón.
7.- Muchos balnearios europeos se encuentran en zonas en los que hay abundancia de radón. En Sajonia (Alemania), por ejemplo, los clientes pagan más de 300 € por 10 horas de inhalación a un nivel de radiación mil veces mayor que la recomendada por asociaciones como la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Curiosamente, el gobierno alemán gasta más de 1.500 millones de € anuales en medidas de prevención contra las emisiones de radón.
8.- La dioxina (compuesto químico obtenido a partir de procesos de combustión que implican al cloro) produce una reducción de la incidencia de los tumores en ratas experimentales. Una compañía farmacéutica ha comenzando a estudiar un tratamiento contra el cáncer a base de dioxina.
En suma, que puede ser verdad eso de que no hay venenos, sino dosis, como dijo Paracelso.
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