miércoles, 2 de enero de 2008

EL IMPERIO ESPAÑOL. De Colón a Magallanes (Hugh Thomas, 2003)

El libro de Hugh Thomas desmonta varios mitos sobre el Imperio Español, y sobre los españoles en general, que considero merece nuestra atención.

Primer dato: el Imperio Español permaneció durante mucho tiempo incontestado y duró más de 300 años, más que el Imperio Británico, el Francés, el Holandés o el Ruso.

Según Thomas, la era más extraordinaria de España abarca desde finales del Siglo XV hasta principios del XVI.

Fernando e Isabel conocían sus reinos mejor que la mayoría de los soberanos.

Isabel era rubia, de ojos azules y piel blanca. Por tanto, ¿de dónde viene eso de que somos morenazos, bajitos y rellenitos?

David Hume comentó que en el Siglo XV en España la caballerosidad y lo caballeresco se elevaron debido a la desbordante imaginación popular.

Américo Castro opinaba que la Inquisición había sido una idea típicamente judía, concebida por conversos y, según él, muy alejada de las tradiciones españolas. ¿Qué dirían nuestros ardientes críticos europeos?

La expulsión de los judíos no fue un holocausto, sino un destierro deliberado de judíos intransigentes. Los monarcas desearon y supusieron que estos serían pocos, pero quedaron sorprendidos. Su proceder debe ser comparado con otros llevados a cabo en Inglaterra en el siglo XIII y no con los brutales sucesos acaecidos en Alemania en la década de 1940.

En la primera expedición de Colón no viajó ningún cura o fraile. ¿No decían que la Iglesia estaba detrás?

El cuaderno de bitácora del capitán de un barco fue una tradición inventada por Colón.

La sífilis fue importada desde el Nuevo Mundo por los primeros colonos españoles.

Y así empezó la tradición del mestizaje que, a partir de entonces, caracterizó al Imperio Español, a diferencia de lo que ocurrió en el mundo anglosajón. Este mestizaje se vio propiciado, además, porque a las mujeres indias les atraían más los españoles que los indios” (p. 234).

La Corona alentaba el mestizaje a través de matrimonios entre españoles e indias.

(Juan González Ponce de León había aprendido la lengua de los taínos). ¿No se suponía que éramos un desastre con los idiomas? ¿Por qué nos gusta castigarnos de un modo tan estúpido?

Balboa fue el primero en ver el Pacífico.

La mayoría de los expedicionarios eran españoles. Osea, que no es verdad eso de que los españoles iban a la expectativa y dejaban a los europeos, mucho más temerarios, valeroros e intrépidos --presuntamente-- que se lo trabajasen....

Españoles y flamencos no se podrían ni ver (p. 456). Natural.

El Utopía de Tomás Moro se trataba de un proyecto utópico para el desarrollo del nuevo mundo español presentado con gran solemnidad por unos clérigos elocuentes.

Jerónimo de Aguilar servía al rey Méxica como intérprete. ¿Una muestra más de nuestra atribuida torpeza lingüística?

Cortés y Moctezuma se hicieron íntimos. No sabemos hasta qué punto, pero asi fue.

Los españoles tenían una capacidad para improvisar y aportar nuevas soluciones que asombró a los méxicas.

El campamento español debió parecer Babilonia la mayor parte del tiempo.


Treinta años después de la primera expedición de Colón, Elcano (Magallanes) había demostrado que se podía encontrar una ruta hacia el Lejano Oriente navegando hacia el Oeste. Se había demostrado que la tierra era una esfera. Nunca ha habido un acontecimiento mayor que este. Se ha dicho, con razón, que fue un gran triunfo de España y lo fue. La mayoría de la tripulación procedía de Andalucía.

En una palabra: ¿Por qué no recuperamos las cosas buenas y nos preguntamos por las malas para superarlas de una vez? ¿Seguiremos siendo tan idiotas por los siglos de los siglos amén?

2 comentarios:

  1. Estimado Roberto,

    Es un gran libro. Tal y como te he enlazado en twitter yo también lo comenté: http://manuelalvarezlopez.blogspot.com.es/2012/11/el-imperio-espanol-rivers-of-gold-hugh.html

    Cuando escribes: "La expulsión de los judíos no fue un holocausto, sino un destierro deliberado de judíos intransigentes. Los monarcas desearon y supusieron que estos serían pocos, pero quedaron sorprendidos. Su proceder debe ser comparado con otros llevados a cabo en Inglaterra en el siglo XIII y no con los brutales sucesos acaecidos en Alemania en la década de 1940". Estoy de acuerdo en que no se puede comparar con el holocausto nazi, pero no creo que se pueda llamar intransigentes a esos judíos que no quisieron convertirse al cristianismo. De hecho Los Reyes Católicos, ingenuamente, pensaban que muchos más se convertirían y no se produciría un éxodo como el que sucedió. Pero en esa época, quizá también en la actual, cambiar de religión era impensable.

    No obstante lo anterior, no dejo de pensar en lo que hubiera sucedido si España hubiera buscado una fórmula inteligente de mantener a los judíos en el país. ¿Dónde estaría España ahora? ¿Más desarrollada? ¿Eso la hubiera convertido en una potencia mayor de lo que fue? ¿Se hubiera mantenido el imperio? Son preguntas sin respuestas.

    Cambiando de tema, me permito recomendarte este otro libro: Kluge. La azarosa construcción de la mente humana. Gary Marcus. 2008. http://manuelalvarezlopez.blogspot.com/2011/08/kluge-la-azarosa-construccion-de-la.html

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  2. Gracias Manuel. No tengo claro que la gente de entonces no cambiase de religión como de chaqueta. La aceptación masiva del Islam en Al Andalus es un buen ejemplo. La posterior conversión al cristianismo, también. Los judíos constituyen un capítulo aparte, aunque eso no significa que algunos no se convirtiesen (mi familia de origen, por ejemplo).

    Algunos de mis colegas psicólogos de por ahí fuera interesados en eso del capital humano me han hecho la misma pregunta que tu: ¿dónde estaríamos si no se hubiese expulsado a los judíos?

    Mi respuesta es elemental: casi todos los países europeos hicieron lo mismo, con anterioridad y más virulentamente (ejemplo: http://robertocolom.blogspot.com.es/2011/11/el-pueblo-elegido.html).

    Muchas gracias por la recomendación del libro de Kluge.

    Saludos, R

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