Las Reales Academias se crearon en España para aglutinar ciudadanos
destacados en el campo de la investigación, así como de la divulgación
científica, cultural y artística. Su origen se encuentra en la época de la
ilustración y debía ser una organización independiente a las Universidades. El
término ‘real’ proviene del apoyo que recibieron originalmente de la Corona.
Las ‘genuinas’ Reales Academias son
ocho: 1) Real Academia Española, 2) Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, 3) Real Academia de Historia, 4) Real Academia de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales, 5) Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, 6) Real
Academia Nacional de Medicina, 7) Real Academia de Jurisprudencia y
Legislación, y 8) Real Academia Nacional de Farmacia.
Hoy en día hay más de cincuenta
Reales Academias (científicas, artísticas y locales) vinculadas al Instituto de España. Según esta
organización:
“Las Reales Academias han sido, y siguen siendo, las
entidades que representan la excelencia en los diversos campos de las ciencias,
las artes y las humanidades.
Sus
valores esenciales son la categoría de sus miembros (en quienes deben concurrir
los más altos méritos intelectuales y científicos) así como su estabilidad e
independencia de cualquier interés económico o político”.
En la actualidad, no obstante, se
consideran organizaciones de segundo rango. Se supone que las universidades les
han robado el protagonismo. Se supone.
El viernes 22 de Mayo nos
desayunábamos con la noticia de que el Consejo de Ministros había aprobado la
creación de la Academia Española de
Psicología (AEP).
El Profesor Helio Carpintero, académico desde hace años de la Real Academia de Ciencias Morales y
Políticas (RACMP), es el principal impulsor del barco que, por fin, ha
llegado a puerto. Presentó, en representación de un selecto grupo de
psicólogos, la preceptiva solicitud al Ministerio de Educación en 2013.
El informe incluyó una memoria
justificando la necesidad de crear esa academia, sus probables estatutos y
apoyos de organizaciones internacionales tales como la International Union of Psychological Science.
La RACMP emitió un informe apoyando
formalmente la creación de la AEP el año pasado, basándose en la relevancia de
la docencia, la investigación y las aplicaciones de esa disciplina científica.
Ahora que se cuenta con el respaldo
de las autoridades competentes será necesario proceder a configurar la AEP
siguiendo las siguientes fases:
1.- La Universidad, el Colegio de Psicólogos y el Instituto de España se encargaran de nombrar nueve académicos (3 + 3 + 3).
2.- La Academia se constituirá
formalmente como tal, nombrándose una Junta de Gobierno.
3.- La Junta General elegirá a los
restantes académicos que completarán el grupo (50).
Quienes trabajamos en el ámbito de la
Psicología debemos congratularnos de que se reconozca, de este modo, la
relevancia que posee para la sociedad actual lo que enseñan e investigan los
científicos de la conducta.
Esta disciplina posee una larga
tradición en nuestro país, pero hasta ahora no ha logrado encontrar un hueco
propio en el mundo de las academias. Las personalidades destacadas han tenido
que encontrar su lugar en otras academias más o menos relacionadas, como la
RACMP.
Algo parecido a lo que sucede con los
Premios Nobel. Los psicólogos que han merecido ese reconocimiento (como Herbet
Simon o Daniel Kahneman) tuvieron que ser ‘encajados’ en el campo de la
Economía. Raro, pero menos es nada.
Quiero felicitar al Profesor
Carpintero y a quienes le han acompañado durante el que imagino tortuoso
proceso de convencer a las autoridades de la necesidad de crear la AEP.
Disponer de ese espacio legal propio debe convertirse en una ventaja para
promover una fluida comunicación entre quienes hacen ciencia psicológica y la
sociedad que recibe los frutos.
No sorprenderá que diga que existe
una imperiosa necesidad de que la sociedad aprenda a separar los productos de
la Psicología científica de la enorme variedad de pseudociencias que se amparan
en ella para venderles humo a los ciudadanos de nuestro país.
A los académicos de la AEP les espera
un intenso, pero también apasionante, trabajo.
Véase la descripción de Helio Carpintero sobre el proceso:
ResponderEliminarhttp://www.infocop.es/view_article.asp?id=5688&cat=9