Ya se ha comentado en este espacio virtual que el ‘Spaniard’ Rafael Yuste inspiró, de algún eficiente modo, el proyecto estrella
de los norteamericanos sobre el cerebro (el BAM ahora llamado BRAIN).
Se encuentra de gira por su país de origen (del que tuvo que
salir para perseguir su sueño) y los medios aprovechan para entrevistarle. En
esos intercambios de preguntas y respuestas se dicen algunas cosas que merece
la pena comentar.
Por ejemplo, que el proyecto en el que ahora está implicado
está destinado a registrar la actividad de circuitos
completos en el cerebro. Es esta la idea que propuso en 2011 en UK y que
dio origen al BAM. El reto básico es desarrollar la tecnología necesaria para
poder materializar ese registro de modo que sea comprensible para el
observador. Desde luego, nada sencillo o que esté a la vuelta de la esquina. De
hecho, los críticos son multitud. Quizá porque no tuvieron la idea. Quién sabe.
Las técnicas habituales de resonancia magnética carecen de la
resolución necesaria para visualizar neuronas individuales. Los vóxeles de las
imágenes de resonancia capturan miles de neuronas simultáneamente. No sirve
para lo que se persigue. Lo que se supone que puede funcionar es usar el láser
para introducirse en el tejido con tintes sensibles al voltaje de las neuronas.
Es
un hecho de sobra conocido que las neuronas se comunican y que evolucionaron
precisamente con ese objetivo, para poder hablar entre ellas (usando un
lenguaje aparentemente simple). Las respuestas del cerebro son globales, son
resultado de la comunicación masiva entre las neuronas
individuales en sistemas aterradoramente distribuidos.
Aunque
Yuste estuvo liderando los primeros pasos del BAM, ahora está fuera de la
cúpula del BRAIN para dedicarse plenamente a la investigación. No parece
atraerle demasiado la burocracia que conllevará necesariamente la puesta en
funcionamiento de ese ‘monstruo científico’.
Lo
que le interesa es comprender qué ocurre en el cerebro humano, por qué parece
ser tan especial: “me encantaría intentar averiguar las bases físicas de los
pensamientos (…) sospechamos que tiene que ver con la actividad de grupos de
neuronas”. Usando una feliz analogía taurina declara que “tenemos que coger
el toro por los cuernos”. Y concluye: “nuestra especie se define por nuestras
habilidades intelectuales. Somos nuestras mentes”.
¿Será
caprichoso que use el término ‘habilidad
intelectual’ para definir a nuestra especie?
Avanzar
exigirá, según él, visualizar las concentraciones de calcio en las neuronas.
Cuando se activa una célula nerviosa, el calcio de su cuerpo celular cambia.
Seguirle la pista a la secuencia de encendidos y apagados puede revelar la
película asociada a nuestros pensamientos. En resumen, están trabajando para mejorar
el denominado ‘calcium imaging’.
Aquí
se puede ver un video rápido del tipo de escenas que, más o menos, podrán apreciarse:
Pero
si quieren hacerse una idea de cómo funciona la técnica no se pierdan el
siguiente video de la compañía JOVE:
El
perfeccionamiento de esta tecnología exigirá trabajar con nuestros queridos
amigos los roedores antes de aventurarse con los humanos. En concreto, este Spaniard se centrará en el sistema
visual de las ratas.
A algunos
nos corroe la impaciencia, pero nos consolamos (malamente) con videos como
éste:
No hay comentarios:
Publicar un comentario