http://robertocolom.blogspot.com.es/2012/11/firma-invitada-arthur-r-jensen-rip-por.html
Me apetece dedicar ahora un espacio aquí a
algunos recuerdos personales.
Conocí a Art
Jensen en 1997 en Dinamarca
(precisamente un mes antes de que falleciera Hans Eysenck, quien estuvo presente en un último homenaje que le
ofreció la comunidad científica), pero realmente interactuamos como es debido
en 1999, en su visita a Madrid para
impartir un seminario monográfico sobre su estimulante libro publicado en 1998
(The g factor. The science of mental
ability).
Fueron dos intensas mañanas compartidas con
un selecto (y escaso) público. Para que se hagan una idea, a pesar de ser una
referencia en el mundo de la metodología, solamente estuvo presente el Profesor
José Muñiz, de la Universidad de
Oviedo. Ninguno de la capital de España. Cero.
Además de este seminario, mi equipo de
investigación tuvo el privilegio de poder reunirse con él para discutir algunas
de las ideas que pretendíamos desarrollar por aquel entonces. Recuerdo que a la
mañana siguiente me esperaba impaciente en su Hotel para contarme que había
soñado una solución a uno de los problemas que le planteamos la tarde anterior
sobre el interesante fenómeno de la diferenciación de la inteligencia (que
tenía 'obsesionado' a mi colega, y por entonces becario, Francisco J Abad).
La siguiente imagen muestra la nota que me
envió (increíble, pero cierto, por correo ordinario) poco después de su paso
por Madrid. Observen la imagen de la postal porque no tiene desperdicio.
Los demás contactos que tuve con él desde
entonces fueron a distancia. Estuvimos a punto de cenar juntos en el barrio
pesquero de San Francisco durante mi estancia en la Universidad de California
en 2005, pero finalmente no fue posible porque su mujer se puso enferma. En ese
periodo, Richard Haier, Rex Jung y yo mismo pusimos a prueba un
método desarrollado por Jensen (el de los vectores
correlacionados) para comprobar el nivel de asociación del comportamiento
psicométrico de las medidas de inteligencia (en concreto su peso en el factor g) con la sustancia gris del cerebro a
nivel regional (usando volumetría). Art se implicó con entusiasmo en las
numerosas preguntas que le formulamos durante ese proceso. Este es uno de los
mensaje que nos envió:
"Dear Roberto, Rex, and Rich:
Many thanks for sending me the copy of your
paper, which is one of the most exciting (and quite surprising) discoveries I've seen in this
field.
It must, of course, be replicated.
If the essential finding holds up and can
be considered as established fact, it will count as a major landmark in the
history of research on the brain correlates of g.
Exactly the kind of experiment and finding that Spearman hoped
for!
And I hope that news of it will quickly get
around, so other researchers will further test the hypothesis.
If it is at all possible to replicate the
result yourselves, it would ensure your
credit for a major discovery.
This is now the primary area in which
further progress in our field will take shape.
So carry on!
Please notify me as soon as the article is
"in press" so I can begin citing it in my future articles, etc.
See you at ISIR in December.
With all best regards, Art Jensen"
El estudio al que se refiere el mensaje se
publicó en 2006 en la revista 'NeuroImage'. Observamos que a medida
que aumentaba el peso en g de la
medida de inteligencia, se incrementaba el número de regiones implicadas. Un
efecto Jensen de libro.
Desde el año 2000 Art ha servido como revisor
de bastantes de los manuscritos que mi equipo ha enviado para su consideración
a revistas como 'Intelligence' o 'Personality and Individual Differences
(PAID)'. No exageraré si digo que siempre hemos aprendido algo. Y ha sido así
porque en todos los casos propuso modos de mejorar el trabajo. Además, la
cordialidad fue una constante en sus revisiones. Quienes nos dedicamos a la
ciencia sabemos que no es particularmente sencillo encontrar revisores que se
esfuercen por ayudar a sus colegas, en lugar de afanarse por encontrar
problemas que permitan minimizar el esfuerzo de los demás. Es precisa una gran
talla intelectual para actuar como él.
Haier me comunicó su fallecimiento usando la
siguiente frase: "el fin de una era". Creo que es un breve y
preciso diagnóstico de lo que supone su desaparición. La investigación de
Jensen ha marcado, de una u otra manera, los estudios sobre la inteligencia
humana desarrollados en los últimos 30 años.
Jim Flynn escribía en
su obituario:
"no hay sustituto para alguien de extraordinaria altura
intelectual que esté en desacuerdo contigo (...)
espero
y deseo que haya ahí fuera, en algún lugar, un joven académico con las
convicciones y la mente de Arthur Jensen.
A
menudo me preguntaban porque hablaba tan bien de él.
Y
la respuesta es que era fácil".
Magnífico un gran hombre, uno de los grandes psicólogos de la historia que será un referente obligado en el estudio de la inteligencia.
ResponderEliminarAntonio
Yo tuve la suerte de conocerle en el más que merecido homenaje que le bridó la ISSID en Graz (2003). Para mí fue y continúa siendo un referente, no solo como científico cuya brillantez está fuera de todo cuestionamiento. Arthur Jensen representa el coraje para luchar racionalmente contra las “tormentas de fuego “ (parafraseando a Plomin) y la honestidad para defender la evidencia empírica en contra de los prejuicios sociales.
ResponderEliminarSe va uno de los más grandes pero su herencia continúa muy viva. Descanse en paz!
Sergio
Efectivamente, me sumo a los comentarios de mis colegas. Jensen, desde la honestidad y la confianza en su trabajo y conocimientos, nunca rehuyó la confrontación de argumentos.
ResponderEliminarDescanse en paz.
También, como Sergio, tuve la fortuna de conocer a Jensen en 2003, en Graz. Adios a un gran científico de la psicología.
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