viernes, 13 de julio de 2012

La personalidad de Mariano Rajoy y los aplausos en el Parlamento --por Antonio Andrés Pueyo


Dicen que la auténtica personalidad de los líderes, y también del resto de personas, emerge y se presenta tal y como es, abiertamente y con toda su extensión, cuando éstos se enfrentan a situaciones complejas, difíciles y exigentes.

Recordemos la actitud y la respuesta que dio George Bush cuando recibió la noticia del atentado de New York del 11 de Septiembre, o la respuesta de los gobernantes españoles al atentado terrorista del 11 de Marzo en Madrid.

La presentación de las medidas económicas que hizo hace dos días Mariano Rajoy en el Parlamento cumplía los requisitos de situación “compleja y difícil” a pesar de que no era sorpresiva o de reacción urgente a algo inesperado. Se trataba de dar muy malas noticias (ojalá que las últimas) y sobre todo desdecirse en el Parlamento, y ante toda la opinión pública, de lo que había prometido que harían él y su gobierno si ganaban las elecciones (tan solo unos 6 meses).

Creo que la situación no era fácil y desde luego en clave psicológica podemos decir que el estrés, el sufrimiento y el mal trago estaban asegurados, tanto en el momento de comunicar las medidas como también por lo que iba a suceder después. El presidente presento las medidas en el Parlamento y sus correligionarios no dejaron de aplaudir cada una de ellas.

¿Necesitaba el presidente este apoyo tan exaltado y generalmente asociado al triunfo, las emociones positivas y los éxitos? ¿Tan débil y vulnerable creían que era el Presidente que necesitaba ese recurso para dar tan malas noticias? Quizás en el análisis de la personalidad encontremos alguna respuesta a lo que, socialmente, es bastante incomprensible: los aplausos a las malas noticias

El actual Presidente del Gobierno ha tenido numerosas situaciones complicadas- recientes y pasadas -   donde “mostrar su personalidad”, porque se ha enfrentado a muchas situaciones exigentes. Pero la de ayer era realmente complicada.

¿Cómo es la personalidad del presidente? ¿Es una personalidad que puede resistir situaciones de alto estrés crónico y mantenido, o tiene elementos de vulnerabilidad que le pueden pasar factura si las cosas siguen siendo como son hasta hoy?

La Personalidad de los líderes políticos es importante para el éxito de su gestión y, en los casos de líderes con gran responsabilidad, este éxito es esencial para que las sociedades resuelvan mejor y más rápido sus problemas. Solamente hay que ver actuar a Merkel, Sarkozy, Hollande, Aznar, Zapatero,… o cualquier otro gobernante para darnos cuenta que son diferentes y diferentes psicológicamente.

¿Cómo es la personalidad del presidente Mariano Rajoy?

Voy a intentar un breve retrato robot – atendiendo a su trayectoria política pero también personal y biográfica (naturalmente que a la conocida públicamente) -- para chequear la hipótesis de que no necesitaba claque para hacer bien su papel.

Los biógrafos, los amigos, los colaboradores, los conocidos y saludados, además de la conducta actual y pasada, las entrevistas y las declaraciones, incluso los hagiógrafos, nos aportan muchos datos para poder analizar la personalidad de la persona (y personaje) que nos interesa. Y, como es natural, cuando alguien llega a presidente del Gobierno, llevando en el foro público ya más de 20 años, la información disponible es mucha y, esencialmente válida. Así que tenemos el material en bruto que necesitamos para el retrato robot.

Su esqueleto básico es el siguiente.

En primer lugar es una persona muy capacitada intelectualmente, con una elevada inteligencia en el sentido tradicional de este rasgo psicológico.

Su temperamento y carácter muestran un nivel bajo de Neuroticismo (no parece una persona ansiosa, vulnerable y miedosa, y, por tanto, es emocionalmente resistente, aunque quizás un poco frio y a veces parece más flemático que irritable).

Un nivel medio-alto de Extroversión (aunque parece que prefiere un cierto nivel de retiro al bullicio, es un hombre curtido en las relaciones interpersonales, no es especialmente pesimista y es bastante asertivo, hablador y animoso).

En cuanto a su nivel de Apertura a la Experiencia creemos que es bajo, porque parece pragmático, no muy dado a creer en fantasías, realista y en su espectro de actividades más valoradas no parece que estén ni la ópera, las artes escénicas o la poesía; siempre parece que su interés está en cosas menos elitistas, como los deportes más populares y en otras actividades digamos que para un esnob de la cultura serían “poco modernos y excitantes”.

Nos quedan dos grandes rasgos del carácter la Cordialidad y la Responsabilidad. Brevemente en la primera destacaría un nivel elevado de Cordialidad al ser una persona más bien amable, en cierto modo humilde (no engreída), indudablemente honesta así como poco iracundo u hostil. Realmente sus respuestas no suelen ser airadas, descorteses o  irritadas. En cuanto a la Responsabilidad, es decir su eficacia, prudencia o capacidad ejecutiva, todas ellas son elevadas o muy elevadas.

Con esta “radiografía” de la personalidad de Rajoy, podemos considerar si necesitaba o no de los aplausos para dar tan malas noticias. Antes de contestar nos queda un último comentario. Realmente la personalidad no es solo un conjunto de elementos como los que hemos descrito, son una “unidad integrada” de todos ellos que aporta al individuo los recursos básicos para actuar en cada momento, siguiendo un objetivo o con una determinada intención. La personalidad sustenta la acción continuada de la persona, aporta los recursos para obtener el fin que persigue el agente de la acción. De la combinación de los rasgos de la personalidad de Rajoy se puede esperar una gran resistencia a soportar la presión y la adversidad, a resolver los problemas con eficacia.

Con este retrato-robot de la personalidad no nos cabe duda de que Rajoy tiene buenos recursos para su labor como Presidente. Otra cosa es que tenga soluciones adecuadas y eficaces ante los problemas a los que se enfrenta y que esas soluciones sean del agrado de todos.

Así pues atendiendo a la personalidad del actual Presidente pensamos que no hacían falta los “enardecidos y repetitivos aplausos“ que sus correligionarios le iban otorgando conforme daba tan malas noticias. Creo que, por el análisis de la personalidad que hemos hecho, no los necesitaba. Además, para los atónitos y preocupados espectadores que vamos a sufrir los recortes o sus consecuencias, nos parecieron muy poco afortunados. No eran goles de “la roja”, ni boleas de Rafa Nadal, sino anuncios para reducir el número de representantes políticos en los ayuntamientos, el sueldo a los funcionarios, las prestaciones a los parados, etc. Francamente, no creo que el presidente los necesitase y a los ciudadanos nos han parecido muy inapropiados.
 
Un último comentario: naturalmente, los gustos y preferencias de los lectores sobre el Presidente y su personalidad, son libres y subjetivos.

2 comentarios:

  1. Yo dudo mucho que los aplausos tuvieran la intención real de "apoyar" al "individuo Rajoy". En mi opinión es una pantomima política más, supongo que para hacer creer al público que las medidas son un acto de valentía, y que los políticos están muy dolidos con lo que hacen. También ayuda a hacernos creer que Rajoy no es responsable de sus actos, y actúa sin alternativa posible.

    Saludos

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  2. Hola Antonio,

    No voy a entrar a discutir el perfil de personalidad que has elaborado sobre nuestro presidente el señor Rajoy, y no lo voy a hacer por dos razones relevantes: 1) tu sabes mucho más que yo acerca de la psicología de la personalidad y 2) a poco conocimiento que tengas de la vida, obra y milagros del señor Rajoy para elaborar ese perfil, ya sabes también más que yo.

    Solamente quiero matizar uno de tus últimos comentarios, y vaya por delante que lo hago como ciudadano y no en el rol de colega de profesión. Cuando dices que a los ciudadanos nos han parecido muy inapropiados (en referencia a los continuos aplausos y vítores que la bancada popular le brindó a Don Mariano el pasado miércoles), creo que te has quedado muy corto.

    Inapropiado puede ser ir a una boda con ropa de sport, o tutear a un catedrático en un acto académico, o emplear metáforas que implican ciertas partes de la anatomía en la defensa de una tesis doctoral, esas cosas SI son inapropiadas. Lo que hicieron los señores y señoras del PP el miércoles es inmoral, es indignante, es ofensivo y es ……..(habría muchos otros adjetivos que dejo a la creatividad de cada cual). En resumen, lo que sucedió el miércoles en el Congreso de los Diputados hace que a los ciudadanos/as de bien nos afloren desde nuestro sistema límbico esos sentimientos e impulsos que están tan relacionados con el comportamiento antisocial (y que tu, como experto en el comportamiento criminal, tan bien conoces!!!!).

    Por no hablar ya de la famosa frase de Andrea Fabra (“que se jodan”) en clara alusión a los más de 5 millones de parados de este país……….Pues yo solamente espero que la jodan bien a ella y que la próxima parada sea una diputada. Que se joda. Y que se jodan los que joden a los ciudadanos porque un ciudadano jodido al que ya no pueden joder más, es un ciudadano muy jodido de controlar. Se han traspasado límites que no se deberían cruzar nunca.

    En fin, felicidades Dr. Pueyo por tu post, como siempre es un placer leerte,

    Sergio Escorial

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