Mi buen amigo, Óscar García --Willy para los muy amigos-- me envió recientemente los '11 consejos de Bill Gates para los jóvenes'.
Son famosos, pero puede ser interesante recordarlos aquí --aunque algo retocados:
1.- La vida no es justa.
Es importante acostumbrarse a ese hecho.
2.- El mundo no está interesado por tu autoestima.
Ese mundo espera que logres algo.
Y no le importa que te sientas bien contigo mismo.
3.- Tu sueldo no será de cinco mil dólares mensuales nada más terminar tu formación académica.
4.- Si tiendes a pensar que tu profesor es duro es porque aún no has tenido un jefe.
Los jefes carecen de vocación docente y son impacientes.
5.- Cocinar hamburguesas no te hace menos digno a los ojos de Dios.
6.- Evita la tentación de echarle la culpa a tus padres cuando algo te va mal.
No seas quejica y aprende de tus errores.
7.- Tus padres eran más divertidos antes de que tu nacieras.
Comenzaron a parecer aburridos cuando tuvieron que pagar facturas, limpiar tu ropa y escucharte.
Antes de irte a salvar el amazonas, contaminado, claro está, por la generación de tus padres, limpia tu propia vida, y, si puede ser, empieza por tu habitación.
8.- Seguramente la escuela ha logrado eliminar la diferencia entre ganadores y perdedores, pero el mundo real aún no lo ha logrado.
En algunas escuelas ya nadie repite curso y se proporciona la ayuda necesaria para elegir la alternativa de respuesta correcta en los exámenes.
Cualquier parecido con el mundo real es pura coincidencia.
9.- La vida real no se divide en semestres.
Prácticamente ninguno de tus jefes te echará un cable para que te encuentres a ti mismo.
Tampoco te pagarán unas largas vacaciones en apasionantes campamentos de verano.
10.- La televisión no proyecta la vida diaria.
La gente de verdad trabaja duro.
11.- Procura ser amable con los más aplicados de tu clase.
No descartes que puedas terminar trabajando para ellos.
Son frases brillantes, algunas muy afortunadas, en las que se reflejan algunas de las creencias básicas de los ideales propios de los Estados Unidos. Sin embargo, no conviene olvidar que también hay obstáculos sociales injustos que dañan a unos individuos concretos y benefician a otros, obstáculos que no deben aceptarse con resignación. Me gustan en especial la 5 y la 6, aunque puede ocultar el ineludible hecho de que a veces el padre y la madre son lamentables. Ni todo el que trabaja duro triunfa, ni todo el que triunfa ha trabajado duro. Ya lo decían una frase célebre, cuyo autor no recuerdo ahora mismo: "Lo importante en esta vida es elegir bien el padre y la madre".
ResponderEliminarPor último, quizá la sociedad debiera aprender de la escuela y no establecer tan grandes diferencias entre ganadores y perdedores. Aunque creo que la escuela realmente existente ayuda mucho a cimentar esa distinción tan nociva.
Gracias por tu comentario Félix. La resignación es una malisima estrategia. Es cierto que la sociedad pone obstáculos, a veces injustos. Hay padres realmente malos, tanto por arriba como por abajo. Por supuesto, trabajar duro no garantiza, pero ayuda. Si la sociedad que tenemos no nos gusta --y a mi me parece bastante discutible-- hagamos algo para cambiarlo. Pero negar la realidad es el preludio al delirio. Saludos, R
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