sábado, 17 de septiembre de 2011

El mito de la inquisición española

Apenas hay excepciones ante el extendido mito de que la española es la inquisición más horrenda, cruel e intolerable. Es realmente complicado intentar siquiera poner en entredicho las falsedades vertidas, pero que no sea por dejar de intentarlo.

Estuve revisando el libro de José Martínez Millán [La inquisición española] editado por Alianza. No es particularmente entretenido, pero algunos de sus contenidos tienen interés en cuanto al desarrollo histórico de la institución y a su funcionamiento real.

La inquisición no es un 'invento' español. El Papa Sixto IV envía a los Reyes Católicos el permiso para crear un Santo Oficio. Los monarcas satisfacían, así, un deseo popular destinado a "eliminar una elite de poder [judeoconversos] que ocupaba los cargos más importantes de una Monarquía que no habían contribuido a crear". Los monarcas aceptaron la inquisición a petición de la sociedad cristiana. Ellos no eran particularmente proclives. Por tanto, su origen NO está motivado esencialmente por cuestiones religiosas --Nota: una corriente herética interesante de la península es la de los 'alumbrados', con una doctrina prácticamente idéntica a la de Lutero, pero anterior a él en un lustro.

Los autos de fe estaban destinados a cohesionar ideológicamente a la sociedad, a defender sus valores y a rechazar la heterodoxia. No estaban destinados a quemar herejes, sino a reintegrarlos en la sociedad. El reo debía mostrar arrepentimiento y rechazar públicamente sus errores. En caso contrario se procedía a su ejecución, pero fuera de la ciudad, en lugar íntimo y distinto de donde se produjo el auto.

En contra de lo que se piensa, la mayor parte de la sociedad apoyaba el sistema inquisitorial. La gente puso en entredicho los privilegios de los miembros de la inquisición e incluso les agredieron ocasionalmente. La delación, por cierto, puede fácilmente equiparase a la actual colaboración ciudadana.

El nivel de organización de la Inquisición en España fue exquisito, poseyendo una completa estructura administrativa y burocrática. Estuvo muy por encima de las instituciones medievales europeas.

El acceso que pudo tenerse a los miles de archivos de la institución ('archivos de la Suprema', actualmente en el Archivo Histórico Nacional) hace aproximadamente dos décadas, ha permitido cambiar, al menos entre algunos estudiosos, las ideas erróneas sobre ella.

Algunos ejemplos:

-. Los miembros de la institución debían guiarse por un procedimiento rigurosamente estandarizado y quien se apartaba de esas pautas era expedientado, y, posiblemente, retirado de sus funciones.

-. Estaban obligados a considerar hechos, no a fiarse de testigos ocasionales o supuestos razonables.

-. Prácticamente nunca se usó la tortura. En el probable 1% de los casos en los que sí se aplicó, solamente se hizo en una ocasión y levemente.

-. La caza de brujas no tuvo apenas importancia en España y la denominada 'fornicación' no fue nunca objeto de la institución.

-. En los 350 años de historia de la institución, se procesaron entre tres y cinco mil personas, mientras que en el resto de Europa las cifras ascienden a un mínimo de ciento cincuenta mil.

Como no se cansan de pedirnos los historiadores, no deberíamos valorar hechos pasados con los ojos de la actualidad. Sabemos menos sobre nuestros ancestros de lo que pensamos. Se repiten las mismas cantinelas sin fundamento, y, a veces, resultan terriblemente injustas.

Encontré un documental de la BBC, que les recomiendo, sobre los mitos de la inquisición española:


Lamentablemente ha sido visto por menos de 200 personas en todo el mundo...

2 comentarios:

  1. La inquisición española es, sobre todo, imprevisible:

    http://www.youtube.com/watch?v=o0b9pklfKQ8

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  2. ¡Genial! Con una muestra de eso comienza el documental de la BBC.

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