viernes, 3 de febrero de 2012

El declive del poder adquisitivo


Que la vida está muy cara es algo que llevamos oyendo desde que tenemos uso de razón.

Pero resulta que ahora va a ser verdad.

La OCU ha publicado un informe en el que se revela que, desde la entrada del euro, los salarios han subido un 14%.

Sin embargo, hacer la compra supone casi un 50% más.

Un interesante desfase, ¿verdad?

Está claro que para la llamada pequeña economía doméstica, el euro ha sido un mal negocio --salvo en lo relativo a la tecnología.

Los alimentos han subido un 48%, la vivienda un 66% y el transporte un 50%.

La media del gasto para comer en casa en 2001 era de 4.600 euros anuales.

Ahora es de 6.800 euros anuales.

Así, en general, el índice de precios al consumo ha aumentado un 32%.

Por partes: pan (+85%), huevos (+114%), leche (+48%), arroz (+45%), aceite (+33%), patatas (+116%), tren (+45%), autobús (+48%), transporte urbano (+58%), carburantes (+82%).

Todo esto no sería ningún problema si los salarios se hubieran incrementado de modo equivalente. Pero no, nada de eso.

Eso sí, los televisores, las cadenas de música y los DVDs cuestan un 62% menos. Las videocámaras y grabadoras son un 6% más baratas. Las cámaras de fotos cuestan un 72% menos.

Sería necesario contar con una comparativa con los demás países de la zona euro, pero se puede augurar que la situación será diferente. Tampoco para tirar cohetes, por supuesto, pero algo mejor.

Cabe preguntarse cómo aguantamos el tirón, pero si se resiste sin salir a la calle es porque todavía se puede.

Todavía.

Estirar demasiado la cuerda puede llegar a romperla.

Aunque, quién sabe, a lo mejor es lo que se pretende.

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