Nuestra ‘Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida’ ha permitido, recientemente, que dos parejas puedan tener un hijo libre de un cáncer hereditario. Es la primera vez que se aprueba la aplicación de la selección genética de embriones en nuestro país.
El gen BRCA1 produce una agresiva neoplasia que se desarrolla a edad temprana. La familia, sobre la que se ha estudiado el primer caso, ha experimentado muertes por esta causa durante varias generaciones. Ser portador del BRCA1 incrementa entre un 50% y un 80% las probabilidades de desarrollar un tumor.
El segundo caso corresponde a una neoplasia endocrina múltiple promovida por el Gen MEN-2ª y presente en 1 de cada 35.000 personas.
Los miembros de la Comisión declaran que estos casos reunían los requisitos imprescindibles de gravedad, aparición precoz y ausencia de tratamiento para ganar su aprobación.
La Comisión ha analizado otras 11 solicitudes para seleccionar embriones sanos en parejas portadoras de enfermedades genéticas graves. Ocho de ellas (dos distrofias musculares y seis casos de enfermedad de Huntington) se aprobaron.
El diagnóstico genético permite analizar el genoma de un embrión para buscar anomalías o factores de riesgo, antes de ser implantado en el útero materno. Los usos prácticos de este diagnóstico permiten que (a) las parejas con un perfil genético de riesgo puedan tener un hijo libre de enfermedad y/o (b) conciban un bebé que pueda ayudar a curar a un hermano enfermo. En el segundo caso debe comprobarse la compatibilidad de los embriones y el hijo al que se quiere curar para maximizar las posibilidades de éxito de los trasplantes de cordón umbilical.
En su autobiografía, Francis Galton escribió: “el ser humano alberga sentimientos de compasión y dispone del poder de prevenir muchas clases de sufrimiento. Pienso que deberíamos superar a la cruel selección natural para aliviar ese sufrimiento. Este es precisamente el objetivo de la eugenesia”.
Mucho se ha escrito sobre la eugenesia de Galton. Y generalmente para mal. Personalmente no estoy ni en contra ni a favor de la eugenesia. Me considero neutral. Pero lo que si pienso es que debería dejarse a un lado la tendencia hipócrita a vituperar, anacrónicamente, a pensadores que se han tomado en serio, mucho antes, lo que ahora consideramos grandes avances de la ciencia.
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