sábado, 10 de enero de 2009

LA SALUD MENTAL DE LAS NACIONES

La revista NATURE ha publicado recientemente un breve artículo sobre la necesidad de que los países aprendan a capitalizar los recursos cognitivos de sus ciudadanos si desean prosperar económica y socialmente. El artículo resume un ambicioso proyecto internacional sobre capital mental y bienestar. Participan más de 450 expertos de 16 países (http://tinyurl.com/49jonm).




El proyecto se ha centrado en dos aspectos del desarrollo mental: capital mental y bienestar mental. El primero incluye recursos cognitivos y emocionales (capacidad cognitiva, flexibilidad y eficiencia para aprender, e inteligencia emocional o habilidades sociales para resistir el estrés). El bienestar mental es un estado dinámico que se refiere a la capacidad del individuo para desarrollar su potencial, para trabajar productiva y creativamente, para construir relaciones fuertes y positivas con los demás y para contribuir a su comunidad. Capital y bienestar mental se encuentran íntimamente relacionados.

Un resultado clave ha sido que las personas mayores con mayor bienestar presentan mejores funciones cognitivas. Este hecho no se explica por otros factores como variables sociodemográficas, salud y estilo de vida.

El informe señala que debe entrenarse a padres y profesores sobre el desarrollo infantil y sobre cómo ayudar a los niños con dificultades de aprendizaje. Se debe dar prioridad a la ayuda a estos niños y se debe acentuar la identificación temprana y el tratamiento de dificultades de aprendizaje relacionadas con la dislexia o la discalculia.

A medida que la gente se hace mayor, se debe promover que sigan aprendiendo activamente, ya que de ese modo se protegen contra el declive cognitivo. Además, los biomarcadores neuronales, genéticos y cognitivos jugarán un relevante papel en la identificación temprana de muchas enfermedades, como el Alzheimer. Se puede usar la resonancia magnética estructural (MRI) para valorar la atrofia cerebral en regiones que resultan afectadas por ese tipo de enfermedades, tales como la corteza entorhinal y el hipocampo. Asociada a esta identificación se encontrará el desarrollo de sustancias que puedan mejorar la cognición y puedan proteger al sistema neurológico.

La investigación debe contribuir a mejorar el capital y el bienestar mental. El mejor modo de lograrlo es promover estudios longitudinales de carácter multidisciplinar que impliquen genetistas y neurocientíficos, así como científicos especializados en el estudio de factores sociales y conductuales de riesgo.

Resultaran cruciales una serie de habilidades y conductas para estimular a la gente a desarrollar y preservar su capital y su bienestar mental. Por ejemplo, la función ejecutiva, el deseo por aprender, la resistencia ante situaciones de estrés y las conductas que promuevan un estilo de vida saludable y que puedan proteger contra el declive en la vejez.

¿Qué sucederá si los países no se toman en serio estas recomendaciones?

Abandonar el sistema educativo, por ejemplo, facilita la aparición de problemas de conducta, la exclusión social y la delincuencia, reduciendo la perspectiva de encontrar un empleo y aumentando la probabilidad de contraer un trastorno mental.

El departamento de estadística del Reino Unido estima que, en 2071, el número de personas mayores de 65 años será de más de 21 millones, mientras que el número de personas mayores de 80 años será de 9.5 millones. Es decir, una bomba de relojería…

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