viernes, 22 de enero de 2016

La interacción de los genes con el nivel socioeconómico (y su relación con la inteligencia y el rendimiento escolar)

E. M. Tucker-Drob y T. C. Bates publican un interesante meta-análisis en el que se contrasta la idea de que los ambientes socioeconómicos (SES) deprivados dificultan la expresión de las potencialidades genéticas. El efecto contrario, es decir, una facilitación de esa expresión, se observaría en los niveles de SES más favorecidos.

Existiría, por tanto, una interacción entre los genes y el SES: la influencia de las diferencias genéticas que separan a los individuos aumentaría conforme mejora el nivel socioeconómico. Las diferencias genéticas tendrían poco que decir en los niveles más bajos.

Los autores separan la evidencia observada en los Estados Unidos de América y en otros cinco países, generalmente europeos.

El resultado es que esa interacción gen x SES se aprecia en el primer caso, pero no en el segundo.

La idea en la que se basa este estudio se expuso en un trabajo del grupo de Eric Turkheimer bajo la denominación de “hipótesis de Scarr-Rowe sobre la interacción gen x SES”:

Las puntuaciones de CI (capacidad intelectual) que separan a los individuos de grupos socioeconómicamente privilegiados serán explicadas en mayor grado por sus diferencias genéticas que por factores ambientales.
Lo contrario sucederá en los individuos de grupos en desventaja socioeconómica.
Se predice que la desventaja ambiental reducirá la correlación genotipo-fenotipo en grupos de bajo SES”.

Este meta-análisis se dirige a averiguar por qué se han observado resultados contrarios al contrastar esa hipótesis en distintos estudios. Una de las explicaciones se basa en diferencias socioculturales vinculadas al acceso universal a la educación o la sanidad, y, en general, al estado de bienestar (bastante diferente en los Estados Unidos de América y en Europa).

Los países de los que obtienen datos, no necesariamente publicados previamente, para calcular el meta-análisis son: Alemania, Australia, Holanda, Inglaterra, Suecia, y, por supuesto, Estados Unidos (USA). Se exploran 43 tamaños del efecto obtenidos de casi 25 mil pares de gemelos y de hermanos (es decir, 50 mil individuos) participantes en 14 estudios independientes. Más o menos la mitad se hicieron en USA y el resto en los demás países.

Una de las interesantes cuestiones que se discute es si el efecto observado en USA se puede explicar por una presunta mayor heterogeneidad étnica que en el resto de los países. Y la respuesta es negativa, porque la interacción se observó también en estudios étnicamente homogéneos hechos en USA (aunque el efecto no pudo contrastarse formalmente).


Conviene comentar que el interés por esta clase de interacción proviene del provocador estudio del equipo de Turkheimer publicado en 2003 en el que se apreció un efecto bastante más poderoso que el encontrado en este meta-análisis. Los autores de este meta-análisis concluyen que la optimista conclusión de Eric proviene del reducido tamaño muestral de su estudio, muy por debajo del adecuado.

El efecto interactivo observado en USA (es decir, que las diferencias genéticas son más relevantes en niveles más altos de SES) se compara con el conocido incremento de la relevancia de las diferencias genéticas con la edad. Sabemos que la influencia familiar propende a disiparse a medida que las personas se hacen mayores, a la vez que aumenta la relevancia de sus diferencias genéticas:

ambos fenómenos pueden reflejar un proceso en el que los efectos de las transacciones gen-ambiente aumentan y se acumulan con el incremento de las oportunidades asociadas, tanto al nivel socioeconómico como a la edad”.

Un ejemplo bastante interesante de una posibilidad sobre la que hablamos hace algún tiempo en este mismo blog.

En último término, ¿por qué el efecto se observa en USA, pero no en el resto de los países?

Estas son algunas posibilidades: a) calidad de la educación, b) niveles de acceso al sistema sanitario, c) características como la movilidad social, y d) el sistema de seguridad social.

La nula interacción gen x SES en los países considerados en este estudio en su relación con la inteligencia y el rendimiento escolar, señala hacia una mayor igualdad social fuera que dentro de los Estados Unidos de América. Las diferencias de SES interactúan con las diferencias genéticas (en los USA) de modo que solamente se expresan las segundas cuando mejoran las condiciones sociales.

Una sociedad justa debe minimizar el impacto de los factores sociales. Si eso sucede, entonces se maximiza, por definición, el impacto de los factores personales. La heredabilidad expresa estos segundos factores. Desde esta perspectiva, el país de la libertad y de las oportunidades sale mal parado, ¿no creen?


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