Como se ha podido apreciar en las dos anteriores entregas, el
peso de la atención a los alumnos con altas capacidades en España sigue
recayendo irremisiblemente, a día de hoy, en nuestras escuelas. Y si bien
existen honrosas excepciones, la tónica general es la escasez
de medidas dirigidas a esta población. Esto no es de extrañar, ya que
por mucho empeño que le pongan algunos educadores, hay una serie de aspectos
inherentes a nuestro sistema educativo que dificultan - de entrada- cualquier tipo
de intervención.
A continuación describiré dos de ellos y propondré una serie
medidas que, lejos de ser rompedoras o innovadoras, son viejas conocidas de los
profesionales del ámbito educativo.
1. La tradicional
agrupación escolar por edad cronológica
Los alumnos con altas capacidades suelen alcanzar ciertos
objetivos educativos más rápidamente que el resto de sus compañeros de clase
(por lo general, de su misma edad). Otras veces lo que ocurre es que los
alcanzan incluso antes de haber pisado la escuela (el caso prototípico es el de
la lectura).
Posibles medidas para atajar este problema serían: la Flexibilización (saltar de curso) o la aceleración, donde el alumno trabaja a
un nivel más avanzado que el del resto de sus compañeros, pero únicamente en determinadas
áreas curriculares. Un caso concreto de flexibilización que a mi juicio merece
la pena ser destacado es el de la entrada
temprana en el sistema educativo cuyos beneficiosos resultados han sido ampliamente
contrastados. Que un niño convenientemente evaluado, cuyo perfil socioemocional
se ajuste a las exigencias de la situación, pueda empezar el colegio a los 5
años es una manera muy normalizadora de adaptar el centro al niño y no al revés.
2. La
invisibilidad en las aulas de esta población
Este problema está directamente vinculado al tema ideológico
que abordé en la primera parte. Si a esto le sumamos que los departamentos de
orientación son sólo obligatorios en los centros de Enseñanza Secundaria, da
como resultado una mezcla explosiva. La identificación precoz -clave en muchos
casos- será mucho más difícil al tener los colegios que remitir todos los
posibles casos (normalmente a petición de los padres) a los Equipos de
Orientación Educativa y Psicopedagógica correspondientes. Esto sin contar,
además, con que los centros concertados y privados no están legitimados para
emitir diagnóstico alguno por mucho departamento de orientación que tengan, por lo
que su capacidad de actuación también se verá claramente limitada.
Sin embargo, existen, afortunadamente, formas de atajar este
problema y todas pasan por hacer un mayor y mejor uso de la flexibilidad de la
que disponen nuestras escuelas por decreto ley. Porque por mucho que nos guste
quejarnos, la capacidad de acción de los colegios es mayor de lo que nos pensamos.
Agrupamientos flexibles, programas propios de enriquecimiento durante el
horario escolar o la organización y apoyo de determinadas competiciones (no “deportivas”)
son solo algunas opciones de que disponen.
'Destination
imagination'
es un ejemplo de competición que a mí particularmente me fascina por lo interesante
y desafiante de su planteamiento: creatividad y pensamiento divergente en
estado puro que forman el contrapunto perfecto a la convergente monotonía del
día a día de las escuelas. Si Roberto me lo permite, estaré encantado de
dedicarle una entrada a esta competición y a lo que ésta conlleva.
Por tanto, y como he repetido varias veces, de lo que aquí se
trata es de hacer cosas que estén a nuestro alcance y a ser posible, lo más
acertadas posibles. Porque tampoco hacen falta grandes gestas cuando se trata
de intentar ayudar a estos chicos. Y muestra de ello es la carta de derechos de
los niños superdotados (original aquí)
confeccionada por Del Siegle cuando
ejercía de presidente de la Asociación Nacional (de EE. UU.) para Niños
Superdotados allá por el año 2007.
A continuación una traducción personal:
Tienes derecho…
A conocer tu
condición de superdotado.
A aprender
algo nuevo cada día.
A sentir
pasión por aquello que te interesa sin tener que pedir perdón por ello.
A tener una
identidad más allá de tus talentos.
A sentirte
bien por tus logros.
A cometer
errores.
A solicitar ayuda
cuando se trate de desarrollar tu talento.
A tener
diferentes grupos de iguales y diferentes grupos de amigos.
A ser tú
quien decida por cuál de tus talentos decantarte.
A no ser
superdotado en todo.
La carta es, desde mi punto de vista, una muestra de
naturalidad y sencillez. Derechos sencillos para chicos mucho menos
“complicados” de lo que a veces queremos creer. Y es que, a menudo, la
desinformación y la mitificación nos llevan a pensar en términos de máximos y
nos distanciamos de esos mínimos realmente básicos, necesarios y exigibles que
tanto necesitan los alumnos con altas capacidades.
¡Manos a la obra!
Sin duda alguna es importante un modelo educativo sensible a la diversidad, que provoque que cada alumno dé lo mejor que lleva dentro y obtenga lo que necesita.
ResponderEliminarNo creo que la atención a los alumnos con altas capacidades sea uno de los problemas más urgentes del sistema educativo en estos momentos, aunque ellos también merezcan ser adecuadamente atendidos.
En todo caso, si comparo por ejemplo la propuesta de la Comunidad de Madrid (seriamente implicada en este tema: http://www.educa2.madrid.org/web/peac/inicio;jsessionid=88A737FFEFBE215DE405D86822826BC1) con la que hace la fundación Santa María: http://aprenderapensar.net/2012/03/16/alumnos-con-altas-capacidades-y-aprendizaje-cooperativo-un-modelo-de-respuesta-educativa/
sin duda me quedo con el planteamiento de esta segunda que hace una propuesta globalmente enriquecedora e integradora.
No sabía de la existencia de ese estudio/propuesta de las fundaciones SM y Pryconsa. Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEl mero hecho de que exista suficiente interés como para que se coordine esta iniciativa me alegra la verdad. No obstante, no estoy del todo convencido de que lo que proponen sea la mejor solución. En todo caso me haré con el libro para poder formarme una mejor opinión.
Muchas gracias por la recomendación Félix. El comentario de César demuestra que estamos muy mal informados y que eso puede llevarnos a conclusiones y propuestas a las que no haría falta llegar. Aunque seguro que el autor de estos tres post sobre los alumnos con alto potencial tiene algo decir después de revisar el material que sugieres.
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